Cada vez más turistas argentinos viajan en busca de tranquilidad y contacto directo con la naturaleza, priorizando destinos que escapan de las grandes aglomeraciones. Las vacaciones de baja densidad se consolidaron como una tendencia en auge, ofreciendo experiencias auténticas en lugares donde el silencio, los paisajes y la vida comunitaria son protagonistas.

La industria argentina de los viajes incorpora nuevos segmentos en destinos emergentes. El turismo necrológico comenzó a consolidarse en Formosa como una alternativa cultural y educativa que combina relatos históricos, arte y mística en recorridos guiados por el cementerio Virgen del Carmen y otros espacios de la capital provincial.

Entre montañas, nubes y verdes laderas del Chocó Andino, el pueblito rural de Yunguilla se consolida como un modelo de turismo comunitario y sostenible en Ecuador. A tan solo cuarenta minutos de la capital Quito, esta localidad de apenas 166 habitantes y 55 familias ofrece a los visitantes una experiencia auténtica basada en la hospitalidad, la naturaleza y la vida cotidiana de sus pobladores.

Situada en el noroeste de la provincia de Chubut, la ciudad de Esquel fue distinguida como el destino más hospitalario para vacacionar en la Argentina según el ranking que elaboró la plataforma digital Booking luego de analizar los comentarios verificados de más de cuatro millones de usuarios reales.

Planear con tiempo una escapada a la Costa Atlántica argentina asegura mejores precios, también facilita una experiencia más organizada y disfrutable. Desde Mar del Plata hasta Pinamar, pasando por Villa Gesell, Miramar o Mar de Ajó, la clave consiste en anticipar la reserva de alojamiento, el transporte y las actividades que se quieren realizar para aprovechar al máximo cada día.


.
Página 1 de 137