Entre enero y junio de 2025 hubo 690 millones de vacacionistas extranjeros, 33 millones más que en el mismo período de 2024. África se posicionó como la región con mayor crecimiento al mismo tiempo que Asia-Pacífico sigue recuperando niveles previos a la pandemia de Covid-19 según los resultados del Barómetro de ONU Turismo.

El turismo de lujo en África, tradicionalmente presentado como motor de desarrollo económico por su promesa de visitantes de alto poder adquisitivo y baja huella ambiental, enfrenta cuestionamientos que revelan un panorama mucho más complejo. Investigaciones recientes de la Universidad de Manchester advierten que este modelo no siempre beneficia a las economías locales, genera tensiones sociales y compromete frágiles ecosistemas.

Senegal recibió más de un millón de visitantes extranjeros en este semestre y así se consolidó como uno de los destinos turísticos emergentes más atractivos del continente africano. Su combinación de playas atlánticas, parques naturales y una rica herencia cultural convierte a este país en una opción cada vez más elegida por viajeros europeos, americanos e incluso de países limítrofes.

Kenia y Uganda sellaron una alianza estratégica que busca transformar al este de África en un destino turístico integrado y competitivo a nivel mundial. La iniciativa, enmarcada en la estrategia de la Comunidad de África Oriental (EAC), apunta a simplificar los viajes regionales, potenciar la riqueza cultural y natural compartida, y generar un impacto económico conjunto en el sector.

Como continente más grande y diverso, África alberga una gran variedad de paisajes, culturas e historia pero, a pesar de su potencial turístico, no evolucionó a la par de otras regiones del mundo debido a la falta de infraestructura, inseguridad, dificultad para obtener visados e inestabilidad política sumado a la caída de viajeros extranjeros que llegó al 70% en 2020 a raíz de la pandemia de Covid.


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