Este surgimiento de 1.010 nuevas agencias turísticas se produce en un contexto nacional donde la industria local de los viajes adquiere una relevancia aún mayor dada la necesidad de generar puestos de trabajo e ingresos de divisas. A través de este decreto, el gobierno argentino eliminó la necesidad de contar con un número de legajo de la secretaría de turismo para operar comercialmente una agencia de viajes.
Según las autoridades del área que encabeza el ex gobernador y embajador Daniel Scioli, esta desregulación constituyó un paso importante hacia la modernización y simplificación administrativa del sector. Desde la administración pública sostienen que todo esto implica un enfoque más ágil y accesible a la actividad turística para conseguir que el entorno resulte más dinámico para cada uno de los eslabones de la cadena del sector turístico.
El ministro de desregulación y modernización del estado, Federico Sturzenegger, se mostró optimista al señalar que así se impulsaría la competitividad y fomentaría el surgimiento de nuevas empresas. Este progreso en la oferta de agencias de viajes enriquecerá el mercado al mismo tiempo que brinda más opciones a los consumidores que podrán optar entre un abanico más amplio de servicios y experiencias. Es una oportunidad para que nuevas voces y enfoques se incorporen al sector.
La creación de estas nuevas agencias también tiene un impacto directo en la diversidad de servicios y destinos que se ofrecen. Con más agencias en el mercado, los viajeros tendrán acceso a propuestas únicas que pueden resaltar tanto los destinos populares como aquellos menos explorados del país. Esta variabilidad no solo mejora la experiencia del turista, sino que también ayuda a redistribuir los flujos turísticos, beneficiando a diferentes regiones del país.
El gobierno argentino sostiene que esta política beneficiará especialmente a emprendedores y pequeñas empresas, disminuyendo las barreras burocráticas y estimulando la reactivación económica del turismo. Con la capacidad de operar sin los requisitos estrictos previos, muchos empresarios se encontrarán con mayores posibilidades de lanzar sus proyectos y contribuir al crecimiento del sector. Esta desregulación está diseñada para fortalecer un área crítica en la generación de empleo y desarrollo local.
El ambiente favorable promovido por el DNU 70/2023 refleja una visión de futuro optimista para el turismo en Argentina. A medida que más agencias inicien operaciones, se espera una mayor colaboración dentro del sector, así como la adopción de innovaciones que beneficiarán a todos los actores implicados. Los profesionales de la industria deben prepararse para adaptarse a este nuevo escenario, donde la creatividad y la adaptabilidad serán claves.
A nivel social, el turismo demostró ser una herramienta de inclusión y sostenibilidad. La creación de empleos formales en el sector marcó un hito dado que la Cámara Argentina de Turismo (CAT) constató que más de 30.000 nuevos empleos directos se generaron en el año con una mayor proporción de contratos a tiempo completo y mejores condiciones laborales.
En cuanto al balance regional, destinos emergentes como Salta, Bariloche y las Cataratas del Iguazú registraron aumentos de visitantes superiores al 15% anual, según informes de la CAT. Esto refuerza el rol estratégico de las provincias en la diversificación de la oferta nacional.
En un contexto global marcado por incertidumbres, el turismo argentino sigue siendo un pilar de crecimiento económico y cohesión social. Para cada uno de los doce meses de 2025 habrá que consolidar los avances logrados, ampliando la colaboración público-privada e incorporando prácticas sostenibles que posicionen a nuestro país como un referente en turismo responsable y de calidad.