Según las estadísticas oficiales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la estadía promedio fue de dos noches, por debajo de las 2,6 de 2023 que reflejó un cambio sostenido en los hábitos de los argentinos que priorizan salidas cortas y gasto controlado. Sin embargo, el gasto diario por persona se ubicó en 90.495 pesos, un 8,8% superior en términos reales al del mismo feriado del año pasado, con consumos centrados en gastronomía, alojamiento y experiencias seleccionadas.

En el mapa nacional, Buenos Aires, Mar del Plata, Córdoba, Puerto Iguazú, Mendoza y Ushuaia encabezaron el ranking de destinos más visitados, junto con ciudades de fuerte tradición religiosa como Salta, Tucumán, Jujuy y Corrientes. Eventos culturales, celebraciones patronales, ferias gastronómicas y actividades al aire libre impulsaron el movimiento y sostuvieron el trabajo de miles de pymes vinculadas al turismo.

Durante todo 2025, los ocho fines de semana largos movilizaron más de 13,3 millones de turistas, generando un movimiento económico de 2,97 billones de pesos, equivalente a unos 2.030 millones de dólares. Para las economías regionales, estos feriados representaron un flujo vital de ingresos y empleo estacional, distribuidos entre grandes centros urbanos y localidades con oferta cultural, natural o gastronómica.

Principal destino estival argentino, la ciudad bonaerense de Mar del Plata superó el 60% de ocupación, con una agenda de playa, espectáculos y festivales que incluyó Pretty Woman, conciertos sinfónicos y propuestas independientes. El Partido de La Costa celebró festivales de tango, carreras y fiestas populares, mientras que el interior bonaerense sumó citas como la Fiesta Nacional del Gaucho en Madariaga y la Fiesta de la Birra en Berisso.

Capital argentina, la ciudad de Buenos Aires cerró el feriado con 107.000 visitantes y un impacto económico de 27.000 millones de pesos, con 76% de ocupación hotelera. Comic Con, Buenos Aires Extremo y los conciertos de Shakira y Abel Pintos fueron los grandes atractivos, acompañados por ferias gastronómicas como Barrios a la Carta y Mate BA, además del éxito del Mirador Obelisco, que ofreció vistas panorámicas del centro porteño.

En la Patagonia, Chubut alcanzó una ocupación hotelera del 65%, con la Fiesta Nacional del Buceo en Puerto Madryn como principal atractivo, junto a actividades náuticas, gastronómicas y culturales. En el nordeste, Corrientes combinó turismo religioso, naturaleza y vida urbana con la apertura del complejo Unidad Corrientes, un nuevo polo cultural y gastronómico en la capital provincial.

Las provincias de Misiones, Jujuy, Santa Fe y Tierra del Fuego también registraron buenos niveles de ocupación y eventos de alto impacto, como la Fiesta Nacional de la Música del Litoral, el Tren Solar de la Quebrada y la Ushuaia Trail Race. En conjunto, el fin de semana largo dejó en claro que, aun en un contexto de bolsillos ajustados y clima cambiante, el turismo argentino sigue siendo un motor esencial de las economías regionales y de la vida social del país.