El municipio bonaerense de Pinamar analiza la creación de una tasa turística en la zona de La Frontera, el acceso norte del partido que limita con el exclusivo barrio Costa Esmeralda, en el Partido de La Costa. La medida, que trascendió desde el propio gobierno local, promete convertirse en uno de los debates centrales de la próxima temporada de verano argentina.
Según informó el portal local Punto Uno, el proyecto no se trataría de una tasa vial tradicional. El propósito principal sería financiar los costos extraordinarios que enfrenta el sistema de salud municipal durante la temporada alta, cuando la población local se multiplica por cinco y los servicios deben responder a una demanda que supera ampliamente la capacidad instalada durante el resto del año.
Desde el Ejecutivo explicaron que el aumento estacional de la atención médica, tanto en guardias como en emergencias, representa uno de los mayores desafíos logísticos y presupuestarios para Pinamar.
“Cada verano, los hospitales y centros de salud trabajan al límite, recibiendo no solo a residentes temporarios sino también a turistas que llegan desde localidades vecinas y balnearios del Partido de La Costa”, indicaron fuentes del área sanitaria.

La propuesta busca establecer un mecanismo de contribución equitativa por parte de quienes ingresen a la zona de La Frontera, uno de los puntos más transitados del corredor costero y puerta de acceso a varios complejos turísticos y playas de alto perfil. Los fondos recaudados se destinarían íntegramente a reforzar la infraestructura médica, el equipamiento de emergencia y la contratación temporal de personal sanitario durante los meses de verano.
La iniciativa se encuentra en etapa de evaluación técnica y legal, aunque ya genera diversas opiniones entre empresarios, residentes y turistas. Algunos sectores del turismo local la consideran una medida razonable si garantiza una mejora efectiva en la atención de salud, mientras que otros advierten sobre el riesgo de desalentar la llegada de visitantes o generar duplicidad impositiva.
De aprobarse, Pinamar se sumaría a una tendencia global donde los destinos turísticos implementan tasas específicas para sostener servicios públicos impactados por la estacionalidad, como ocurre en ciudades europeas y balnearios latinoamericanos.
En las próximas semanas, el Ejecutivo municipal presentará los informes de impacto económico y jurídico que determinarán la viabilidad del proyecto. Mientras tanto, La Frontera vuelve a estar en el centro del mapa turístico y político de la Costa Atlántica, esta vez como escenario de un debate que cruzará a vecinos, visitantes y autoridades en plena cuenta regresiva hacia el verano.










