Este sondeo contó con la colaboración de especialistas del Ente Mendoza Turismo (Emetur) y la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), quienes comprobaron que en 2018 había 146 bodegas oficialmente registradas contra los 230 establecimientos que actualmente ofrecen experiencias enoturísticas que compiten con propuetas similares del exterior.
El informe fue presentado durante las cuartas Jornadas Nacionales de Turismo del Vino en Mendoza donde se destacó un progreso del 7,8% en la apertura de bodegas al turismo entre julio de 2023 y julio de 2024.
Según Pablo Asens, vicepresidente de la COVIAR, este avance está alineado con el Plan Estratégico Vitivinícola 2030, que identifica al turismo del vino como un pilar central para el desarrollo del sector.
En cuanto al perfil de los visitantes, los datos reflejan que el 48% son argentinos, el 42,8% extranjeros y apenas el 9,2% mendocinos. En total, se estima que 1,57 millones de turistas visitaron bodegas en el último año, un incremento del 37% en comparación con los 1,14 millones registrados en 2018.
El estudio también analizó el impacto económico de esta actividad, revelando que el gasto promedio por visitante en una bodega es de aproximadamente 36 dólares. Este indicador, junto con el aumento sostenido de turistas, confirma la creciente importancia del enoturismo como motor económico y cultural para Mendoza.
Durante diciembre pasado se inauguró la denominada Plaza del Vino ubicada en el playón de la ciudad de Mendoza que comunica los edificios del Ministerio de Cultura y Turismo, el Centro de Congresos y Exposiciones y La Enoteca.
La tierra del sol y el buen vino también fue uno de los destinos más elegidos de la Argentina en el receso de mitad de año pasado cuando ingresaron 1.560 millones de pesos a través de las 240.000 personas que recorrieron la provincia de Mendoza durante las dos semanas de vacaciones invierno con un promedio del 90% de ocupación hotelera.