Este informe del sector privado también permite vislumbrar que este contexto económico impactará de forma negativa en la dinámica de nuestro turismo receptivo durante el segundo semestre de este año.
En los meses de este verano, el turismo receptivo tuvo un fuerte crecimiento y en febrero, a nivel nacional se ubicó un 4% por encima de los índices de la época pre pandemia. Con relación al turismo emisivo se ubicó un 12% por debajo para la región.
Ante esto, los comerciantes observan con preocupación los altos precios de las tarifas aéreas que complican las ventas previas y reservas para la temporada de invierno del público nacional.
Para el caso concreto de la ciudad rionegrina de Bariloche se cree que los visitantes ya no pernoctarán un promedio de siete noches, se quedarán una media de cinco y que los brasileños que arriben serán mayoritariamente de un alto nivel adquisitivo.
Por su parte, según el informe, en el mismo periodo la capacidad de compra de bienes y servicios turísticos en el exterior, creció un 57% por parte de asalariados argentinos a medida a dólar blue y 20% en dólar turista.