Las autoridades de la isla consideraron que este progreso de su industria nacional de los viajes se produjo a raíz de una mayor frecuencia de viajes aéreos y la aparición de nuevos destinos vacacionales en la región con mejor relación precio calidad.
Los resultados de las estadísticas gubernamentales reflejaron una significativa concentración en los mercados emisores con el 70,9% del total de las llegadas de visitantes internacionales en cinco segmentos principales como canadienses, cubanos que residen permanentemente en el exterior, estadounidenses, rusos y españoles.
Además, se informó que de los cubanos residentes en el exterior, hay 320.193 radicados en los Estados Unidos.
Si se analizan los indicadores de llegadas procedentes del exterior en el lapso 2004 - 2013 se incrementaron en 803.447 visitantes internacionales.
Esto equivale a una mejora interanual de 3,7% mientras que en el período 2013-2018 aumentaron en 1.016.098 para una tasa de crecimiento promedio anual de 10,65%.
En 2019, previo a la pandemia de Covid, cerró con 436.352 visitantes menos en Cuba con relación al 2018.
Para el caso cubano, no resulta válido enfrascarse en recuperar los indicadores de 2019 mal llamados pre-pandémicos sino en renacer el turismo con nuevas estrategias bajo condiciones financieras difíciles y restricciones anteriores a la irrupción de la ola de contagios masivos de coronavirus.
Los destinos que comparten el geoespacio turístico cuentan con dos importantes mercados a los que Cuba no tiene acceso por restricciones, prohibiciones y políticas extraterritoriales.