Dependiente de la Universidad Privada de Bolivia (UPB), este observatorio constató un favorable progreso en paridad de género a partir de la década de 2010 a 2020 cuando, por primera vez en la historia del país del altiplano, hubo más empleadas que trabajadores en la industria turística nacional.
Este relevamiento comprobó que en 2016 el turismo boliviano tenía incorporadas a 145.000 mujeres que representaban el 76% del total de personas empleadas en el sector a través de una variedad de rangos cuya brecha de salarios resultaba inferior a la de otros sectores de ese país.
Según estadísticas recientes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 75% de los empleos en turismo están ocupados por mujeres con un nivel de ingresos superior al que tienen otras ramas de la economía boliviana.
Por su parte, el Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (CEPAD) publicó su estudio El turismo: una apuesta por el desarrollo con rostro de mujer donde comunicó que, en 2021, las mujeres ocuparon el 65% de los trabajos vinculados a la industria de los viajes en los municipios de Concepción y San José de Chiquitos.
Este dato adquiere mayor relevancia si se considera que siete de cada diez de estas mujeres son el principal sustento de su hogar. El informe comprobó que estas mujeres tienen en promedio 1.7 hijos que dejan al cuidado de hermanas, madres y en algunos casos, tienen la opción de llevarlos al trabajo con ellas.
En el caso del promedio para el total de la Chiquitania, sobre una docena de municipios, el último dato disponible del 2018 arroja un promedio del 83% del empleo del sector en manos de mujeres.
El turismo genera un 19% del producto bruto interno de los municipios que conforman las Misiones Jesuíticas de Chiquitos aunque ahora mermó a raíz de la pandemia de Covid-19, convulsiones políticas de hace tres temporadas e incendios forestales. Titular de la CEPAD, Rubens Barbery, expresó que el turismo genera ingresos aportando autonomía económica a las mujeres.
El levantamiento de las restricciones sanitarias ayudó a recuperar el turismo receptivo en el altiplano. Más de 100.000 visitantes extranjeros arribaron a Bolivia en sólo tres semanas desde que su gobierno flexibilizó los requisitos de ingreso impuestos cuando en marzo de 2020 irrumpieron los contagios masivos de Covid-19.