Aguas Verdes se destaca por sus dunas de hasta seis metros de altura, rodeadas de una rica vegetación de pinos, alerces y acacias.
Este entorno crea un microclima especial con las aguas más cálidas que otras playas de la región siendo un atractivo para familias y parejas que quieren veranear en un entorno armonioso para contrarrestar el estrés cotidiano de las grandes urbes.
A pesar de su tranquilidad, Aguas Verdes también ofrece opciones para el entretenimiento. Sus altas dunas son escenario ideal para deportes extremos como el sandboard y paseos en cuatriciclos.
Sus ráfagas de viento resultan una bendición para quienes practican kitesurf. Además, la localidad organiza actividades recreativas para toda la familia como clases de gimnasia y espectáculos de payasos y magos para esparcimientos de los más pequeños.
Para una experiencia completa, Aguas Verdes cuenta con dos restaurantes que se han ganado la preferencia de los visitantes: Open Playa con su vista panorámica al mar y un menú variado y Aquí me quedo, un sitio más acogedor que recomendamos para un almuerzo o cena en un ambiente distendido.
Llegar a Aguas Verdes es fácil. El viaje desde Buenos Aires toma menos de cuatro horas por la Autopista 2 hasta Dolores, seguido por la Ruta 63 y la Ruta 11, que lleva directamente a esta joya costera bonaerense.