De acuerdo a un comunicado de prensa emitido por el Consejo de Turismo de esta isla asiática, el gobierno implementará políticas públicas a favor de su industria de los viajes capitalizando un escenario favorable con la apertura china y el incremento de las conexiones aéreas internacionales.
Las condiciones actuales perfilan a Singapur como destino turístico que podría generar ingresos aún mayores a los 14.000 millones de dólares locales, unos 10.000 millones de la divisa norteamericana, que percibió en 2022 con el consumo de servicios y productos efectuados por sus 6.300.000 visitantes procedentes del exterior.
"Esperamos que el turismo continúe creciendo en 2023 aprovechando el aumento de la capacidad y la conectividad aérea más la reapertura gradual de China desde que cesó su restricción sanitaria de Cero Covid”, explicó el vocero gubernamental a través del comunicado de prensa institucional.
Gigante asiático y segunda economía a nivel mundial, China le aportó 3.600.000 turistas a Singapur durante 2019 previo a la irrupción de la pandemia de coronavirus.
A diferencia de naciones asiáticos como Japón o Corea del Sur, el gobierno de Singapur mantuvo una política estricta de seguimiento de contagios por la que prácticamente cerró sus fronteras hasta 2022 pero ahora no impuso ningún control ni pruebas de PCR a los viajeros chinos que arriben al país.
Singapur alega que el volumen de viajes desde China a la isla todavía es bajo ya que no sobrepasa el 10%, en contraste con los niveles pre-Covid, según justificó el ministro de Salud, Ong Ye Kung, al explicar las razones para no instaurar controles a esos turistas.
Según datos oficiales del Consejo de Turismo de Singapur, su industria de los viajes contribuye con el 4% del producto bruto interno (PBI) del país, un porcentaje que podría crecer aún más a partir de este año sumado a la creación de nuevos puestos de trabajo.