1. Zermatt y el majestuoso Cervino
Este encantador pueblo, a los pies del icónico monte Cervino, combina actividades de invierno y verano. Esquí, senderismo y paseos en teleférico permiten disfrutar de vistas espectaculares en todas las épocas. Además, la región es conocida por ser un paraíso para los amantes del alpinismo y la fotografía.
2. Lago Lemán y la Riviera Suiza
Ubicado entre los Alpes y la ciudad suiza de Ginebra, este lago es ideal para actividades como paseos en barco y recorridos por pintorescas localidades como Montreux o Vevey. Durante el verano, las viñas de Lavaux, patrimonio de la UNESCO, ofrecen rutas vinícolas con paisajes inolvidables.
3. Jungfraujoch, el techo de Europa
Accesible mediante trenes panorámicos, este destino ofrece vistas de glaciares impresionantes y la oportunidad de visitar el observatorio Sphinx, uno de los puntos más altos de Europa. En invierno, es un epicentro de deportes de nieve, mientras que en verano, es ideal para caminatas y exploración.
4. Lucerna y el Monte Pilatus
Con su famoso Puente de la Capilla y un casco antiguo encantador, Lucerna es un lugar imperdible. Desde aquí, se puede ascender al Monte Pilatus mediante el tren cremallera más empinado del mundo o tomar un teleférico. En cualquier época, las vistas panorámicas desde la cima son incomparables.
5. Berna, la capital histórica
Esta ciudad medieval, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cuenta con calles adoquinadas, el famoso reloj astronómico Zytglogge y su emblemático foso de osos. Durante el invierno, las luces navideñas embellecen sus calles, mientras que en verano, el río Aar invita a refrescantes actividades.
Con una combinación perfecta de naturaleza, cultura e infraestructura, Suiza garantiza experiencias inolvidables durante todo el año. ¡Un destino que nunca decepciona!