Los funcionarios del área consideraron que esta ampliación favorece a sus ciudadanos que están en el exterior al mismo tiempo que constituye una forma de garantizar que quienes lleguen a Japón se realicen un test PCR y demás controles anti-coronavirus.
A través de una conferencia de prensa celebrada en la ciudad de Tokio, el portavoz del poder ejecutivo, Hirokazu Matsuno, anunció esta extensión del cupo como una “respuesta a la creciente demanda de ciudadanos japoneses que quieren retornar y a la llegada de estudiantes extranjeros cuya entrada estaba vetada en el país hasta principios de marzo”.
Según datos oficiales, a mediados de febrero pasado había unos 150.000 estudiantes extranjeros esperando entrar a Japón, una cifra que se triplicaría si se contasen otros profesionales, parejas y familiares de residentes.
Aún así, el gobierno japonés mantiene el veto total a la entrada de turistas del exterior que aplicó desde el inicio de la pandemia y que, a juzgar por el desarrollo de sus actuales políticas, no levantaría las restricciones en el corto plazo.
Sin embargo, el Ministerio de Exteriores nipón derogó la recomendación a sus ciudadanos de no viajar a más de un centenar de países, especialmente Estados Unidos, las principales naciones de Europa y Latinoamérica ya que los consideraba como potenciales focos infecciosos de Covid-19.
"Se redujo el riesgo de contraer síntomas graves o fallecer por Covid-19 en estos territorios aunque la situación sigue siendo muy diferente entre países y áreas", sostuvo el ministro japonés de relaciones exteriores, Yoshimasa Hayashi.