Desde un fin de semana hasta periplos mayores a quince o veinte días, con el enoturismo se conocen zonas vitivinícolas abarcando todas las etapas del proceso de elaboración de los tintos; blancos y rosados bajo la guía de expertos somelliers para degustar las principales etiquetas. 

Sin embargo, como ventaja adicional a los protocolos sanitarios, hacer enoturismo conduciendo tu vehículo constituye una opción ideal para visitar diferentes bodegas en una misma jornada.

En la Argentina, el enoturismo capta a 1.689.589 personas congregando a 1.148.604 en la provincia de Mendoza que tiene 245 bodegas, de las cuales, 146 explotan esta modalidad turística. 

En segundo lugar se ubican las potencias vitivinícolas del norte ya que Jujuy y Salta totalizan 259.334. Detras se posicionan los viñedos  mediterráneos de Córdoba con 113.406.

Ventajas de practicar enoturismo desde el auto

Al igual que en cualquier momento que estamos frente al volante, rige la prohibición de ingerir bebidas alcohólicas pero no impide deleitarse con un sinfín de actividades que a continuación te detallamos para que planifiques tu viaje de enoturismo en auto:

Cata: el asesoramiento profesional de un somellier te permitirá ahorrar tiempo, evitar malas experiencias y te informará cuales son los maridajes más convenientes para cada cepa.

Experiencia positiva para todos: visitar una bodega es motivo de alegría para fanáticos del vino pero también resulta una atractiva novedad aún para el más acérrimo abstemio. Por supuesto, es un regalo inolvidable para celebrar cumpleaños o festejar aniversarios. 

Proceso: la información es poder, si conocés el método de cultivo; cosecha y elaboración, tomarás mejores decisiones al elegir que botella descorchar.

Viajar en coche: con buena música y mejor compañía, el enoturismo transformará tu viaje en un aventura única e imperdible.

Paisaje. Las bodegas suelen estar rodeadas de paisajes naturales enclavados en pueblos dignos de una película cinematográfica, una ventaja adicional que enriquecerá el viaje.

Independencia: a diferencia de ser un pasajero, estar al volante de tu vehículo te dará plena libertad para elegir tus horarios sin depender de terceros. 

Actividades: las bodegas están preparadas para agasajar a sus visitantes, están entrenados como anfitriones para desplegar una serie de juegos; concursos y acciones con la finalidad de ofrecer un momento inolvidable a los cinco sentidos.

Hospedaje: si te dan ganas de estacionar el auto para caminar, hay bodegas que cuentan con alojamiento temporario para descansar hasta el día siguiente pudiendo beber mientras recorrés sus viñedos.