Desde el viernes 10 al domingo 12 de octubre pasado, este fin de semana largo por el Día del Respeto a la Diversidad Cultural se movilizaron 1,44 millones de turistas por la Argentina según un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Esta cifra representa un crecimiento del 2,1% respecto al mismo feriado de 2024 aunque con estadías más cortas y un gasto más moderado.
El informe señaló que la estadía promedio fue de dos noches frente a las 2,4 del año pasado. Este dato implicó una caída del 16,7%. La tendencia reflejó viajes más breves, planificados a último momento y ajustados al contexto económico, pero sin resignar consumos básicos en gastronomía, alojamiento y transporte.
El gasto promedio diario por turista alcanzó los 91.190 pesos, un 1,5% menor en términos reales que en 2024. En total, los visitantes desembolsaron 262.627 millones de pesos, una baja real del 16,2% frente a los 228.479 millones de pesos registrados el año pasado, diferencia explicada por la menor duración de las estadías.
De acuerdo con CAME, el movimiento turístico se vio impulsado por el buen clima, la proximidad del verano, las reservas de último momento y la necesidad de descanso tras varias semanas sin feriados largos.
Los destinos más elegidos de Argentina fueron Puerto Iguazú, Córdoba, Termas de Río Hondo, Villa Elisa, Tandil, El Chaltén, Mar del Plata, la ciudad de Buenos Aires y Mendoza con niveles de ocupación cercanos al 85% y una buena distribución del flujo de visitantes en todo el país.
El relevamiento, elaborado junto a cámaras de comercio, entidades turísticas y direcciones provinciales de turismo, confirma que, pese a la cautela en el gasto, los argentinos siguen viajando y priorizando las escapadas cortas.
Por su parte, Plataforma 10 –sitio web especializado en la venta de pasajes de micros de media y larga distancia– indicó que las mayores reservas se concentraron en los principales centros urbanos y turísticos: CABA, Córdoba capital, Mar del Plata, Rosario y Mendoza.
Además, las estadísticas corroboraron que el turismo interno se tornó un motor de actividad económica en un año de recuperación paulatina de la industria argentina de los viajes.
