Con estas cancelaciones, el sector turístico sufrirá un gran golpe y por lo tanto los ingresos proyectados descenderán afectando a la economía del país. Sin embargo, una buena noticia fue difundida el 22 de noviembre, con la confirmación de la vuelta de los viajes realizados por Norwegian en la región argentina.
Esta empresa de cruceros transporta anualmente más de 2,7 millones de pasajeros y sus embarcaciones son consideradas “un destino en sí mismo” como resultado de su variada oferta de actividades y a la elegancia de las instalaciones. Dichos buques recalarán en Buenos Aires, Puerto Madryn y Ushuaia, ciudades que recibían a más de 40 mil turistas durante la temporada de cruceros antes de que comenzara la pandemia.
Según anunció la compañía, Argentina recibirá a dos cruceros de lujo para la temporada 2021-2022. Por un lado, el Norwegian Star llegará el 13 de enero a Buenos Aires, el cual cuenta con una capacidad de 2.400 pasajeros. Este primer buque desarrollará cuatro itinerarios hacia la Antártida, recalando en Ushuaia y en alguno de sus itinerarios en Puerto Madryn. Será la primera vez que una embarcación de estas dimensiones realice dicha cantidad de operaciones a la Antártida en una sola temporada.
Por otro lado, operará el MV Marina, un barco repleto de lujos que arribará a Ushuaia el 29 de diciembre y visitará también Buenos Aires y Puerto Madryn. Además, contará con itinerarios para visitar la Antártida y Chile.
"Entre los dos buques se estiman un total de 19 recaladas en puertos de Argentina durante la temporada 21/22 reafirmando la importancia del segmento para potenciar el turismo receptivo en el país", detallaron fuentes del Ministerio de Turismo de la Nación.
Ante las restricciones del último año y medio de pandemia, la situación epidemiológica crítica en todo el mundo y otros inconvenientes, varias compañías internacionales de cruceros comunicaron que no serían parte de la próxima temporada en Argentina.
Entre las empresas que tomaron dicha decisión están Silversea Cruises, la principal línea de barcos de ultra lujo con sede en Mónaco y propiedad de Royal Caribbean Group y de la firma noruega de cruceros árticos y antárticos, Hurtigruten Expeditions, a los que se sumaron luego MSC Cruceros y la italiana Costa Cruceros, según informó BAE Negocios.
Estas dos últimas compañías suspendieron las operaciones como respuesta a la limitación impuesta por Brasil. Esta, mediante la ordenanza número 657, dispuso que la operación de cruceros en el país quedaba restringida exclusivamente a aguas jurisdiccionales brasileñas. Con esta norma, los itinerarios de países como Argentina y Uruguay resultaron afectados e imposibilitados de realizar la temporada prevista.