La reforma busca impulsar el transporte aéreo y mejorar la accesibilidad en todo el territorio sueco. Según explicaron los cuatro partidos que respaldan la medida, la eliminación del impuesto responde a la necesidad de fortalecer la conectividad y posicionar a Suecia como un centro internacional de conexiones aéreas.
“Si queremos garantizar buenas conexiones aéreas y aprovechar las ventajas competitivas de Suecia, no podemos mantener impuestos que comprometan ese objetivo. Esta medida es coherente con nuestra política climática a largo plazo”, afirmó Kristersson durante una rueda de prensa ante periodistas de los principales diarios escandinavos.
Por su parte, la ministra de Energía, Ebba Busch, destacó que la supresión del impuesto beneficiará especialmente al mundo empresarial sueco, facilitando el crecimiento económico. También subrayó que solo una minoría de países de la Unión Europea mantienen un gravamen similar, reforzando la necesidad de adaptar la política sueca a las demandas del sector aéreo.
Esta decisión refleja un giro estratégico en las prioridades del gobierno, que ahora busca un equilibrio entre la sostenibilidad y el desarrollo económico, posicionando al transporte aéreo como un pilar clave para el crecimiento y la competitividad del país.
Es mucho más que una potencia nórdica, su industria de los viajes sobresale por el cuidado del medioambiente y la diversidad biológica. Suecia lidera el ranking mundial de los mejores países en materia de turismo sostenible ya que sus acciones; productos y servicios son mayoritariamente no contaminantes ni perjudican los recursos naturales.
Elaborado por la empresa británica de investigación de mercado Euromonitor, este escalafón global que encabeza Suecia tiene a Finlandia y Austria en la segunda y tercera ubicación respectivamente de un Top-20 con fuerte presencia de naciones europeas.
Este ranking de turismo sostenible se armó considerándose 57 indicadores cuyos pilares fundamentales son el respeto al medio ambiente, la estructura social y la economía. También se tomaron en cuenta las características tanto del transporte como del alojamiento.
Con el compromiso de cumplir los objetivos de desarrollo sostenible, el turismo sueco se perfila para reducir a cero sus emisiones de carbono a fines de 2045 como forma de sumar valor agregado a quienes visitan sus destinos.