Las restricciones de ingreso fueron lanzadas por el antiguo gobierno presidido por Donald Trump y mantenidas por el actual mandatario, Joe Biden.
"La nueva política de viaje que exige vacunación para los viajeros extranjeros a EEUU comenzará el 8 de noviembre. Este anuncio y la fecha se aplican tanto a los viajes internacionales aéreos como los terrestres", explicó Kevin Muñoz, portavoz de la Casa Blanca, Cuando comunicó la fecha exacta del apertura en octubre.
Las vacunas aceptadas para entrar en la región son las de Pfizer/BioNTech, Moderna y Janssen (de Johnson & Johnson), dos versiones del suero de AstraZeneca, y las de Sinopharm y Sinovac.
Además, los pasajeros deberán haber recibido la última dosis por lo menos con dos semanas de anticipación al viaje, lo cual tendrá que ser corroborado por la aerolínea elegida, según datos de Hosteltur. La empresa recopilara también información del turista para confirmar que los detalles del pasaporte y los pases de vacunas coincidan y ayudar con el rastreo de contactos si fuese necesario.
Por su parte, las personas extranjeras que no estén inmunizados no podrán ingresar en el país norteamericano. Sin embargo, el gobierno estadounidense comunicó que harán excepciones en algunos casos como con los menores de 18 años, con viajeros que padezcan algún problema médico y con ciertos ciudadanos que provengan de países donde el acceso a vacunas es insuficiente.
En este marco, todo turista que sea aceptado en el país deberá presentar también una prueba PCR negativa o una prueba de antígenos realizada no más de 3 días antes del viaje.
Como muchos otros países que abrieron sus fronteras internacionales, Estados Unidos buscará con estas nuevas medidas insertarse en una nueva normalidad en el ámbito de viajes internacionales mientras que la propagación del coronavirus sea limitada, según comunicaron desde el gobierno.
Con estos anuncios, muchos viajeros de países de la Unión Europea y Brasil, regiones que tuvieron prohibida la entrada durante 20 meses, podrán ingresar al territorio estadounidense si cuentan con los requisitos solicitados. Sin embargo, otros países latinoamericanos seguirán siendo afectados con estas nuevas medidas debido a la gran cantidad de su población que esta inmunizada con vacunas que no fueron aceptadas por Estados Unidos, entre ellas la Sputnik V, ampliamente empleada en Argentina, Bolivia, Honduras, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay y Venezuela.