Este proyecto de ley forma parte de una estrategia gubernamental más amplia que también promueve un crecimiento sostenible y garantiza el derecho a la vivienda en el país europeo que sobresale por la tranquilidad y armonía de sus calles.
Andorra, situado en el corazón de los Pirineos entre España y Francia, es conocido por sus impresionantes paisajes montañosos, su patrimonio histórico y sus modernas infraestructuras turísticas.
El país se ha consolidado como un destino europeo de primer nivel, atrayendo a millones de visitantes que buscan disfrutar de sus estaciones de esquí, rutas de senderismo, y aprovechar su atractivo fiscal.
Sin embargo, la gran afluencia de turistas ha llevado a que la capacidad de sus infraestructuras y logística se vea cada vez más desbordada.
El nuevo impuesto propuesto se enmarca en los esfuerzos del gobierno para equilibrar el desarrollo turístico con la protección de los recursos naturales y la calidad de vida de sus residentes.
Los partidarios de esta iniciativa gubernamental esgrimen que reducirá la cantidad de vehículos extranjeros en las carreteras al mismo tiempo que también generará ingresos adicionales que podrían ser reinvertidos en mejorar las infraestructuras locales y en proyectos de sostenibilidad.
Este tipo de medidas están siendo cada vez más comunes en destinos turísticos que buscan gestionar de manera más eficaz el impacto del turismo masivo, asegurando que los visitantes puedan seguir disfrutando de sus atractivos sin comprometer el bienestar de los residentes ni el entorno natural.