Ubicado en el valle de la región montañosa del Oberland bernés, la municipalidad de Lauterbrunnen formó un grupo de trabajo dedicado a encontrar nuevas formas de contrarrestar el exceso de visitantes que altera la armonía de esta localidad helvética.
Como principales inconvenientes generados por el arribo de contingentes turístico se señalaron a la congestión vehicular, acumulación de residuos e incremento del precio de los alquileres causando una crisis habitacional para los residentes locales.
Una de las propuestas más polémicas consiste en cobrar una tarifa de entrada para los turistas que llegan en auto tanto propio como rentado.
El diario suizo Berner Zeitung publicó una nota de opinión a favor de este proyecto que propondría cobrar un peaje que oscilaría entre los cinco a diez francos suizos que equivalen a 5,50 y 10,99 dólares.
Este anteproyecto de ley contempla la creación de una aplicación digital para realizar el pago del canon a través de cualquier teléfono móvil.
El alcalde Karl Näpflin adelantó que estarán exentos de pagar esta tarifa los visitantes que hayan reservado alojamientos u ofertas turísticas como hoteles o excursiones al igual que quienes se trasladen en transporte público.
Esta medida va cobrando más adeptos a nivel global porque ya existen setenta destinos, distribuidos en diferentes continentes que lanzaron medidas similares para controlar el turismo en exceso.
Lauterbrunnen sobresales por las cataratas Staubbach de 270 metros de altura. El pueblo batió récords de visitas con los 23,9 millones de turistas que recibió a lo largo del último verano europeo.
Las autoridades de la ciudad italiana de Venecia limitaron el ingreso de visitantes porque ahora cobran entrada convirtiéndose en el único destino del mundo en el que hay que sacar turno previo como política de control que evite los arribos masivos.
Para tener acceso a Venecia hay que reservar online unos meses antes abonando una entrada que oscila entre los tres y diez euros por persona durante la temporada alta comprendida entre el 25 de abril y el 14 de julio. Como sucede en los trenes y aviones, si el el turista reserva con mucha antelación disminuirá el precio.
Las autoridades de la localidad japonesa de Fujikawaguchiko instalarán una barrera metálica negra de 2,5 metros de altura con veinte de ancho para impedir la vista al monte Fuji como forma de evitar las aglomeraciones de turistas que generan acumulación de basura y caso en el tránsito vehicular en perjuicio de los residentes locales.