Esta decisión gubernamental viene de la gestión anterior cuando el entonces mandatario Jair Bolsonaro eliminó los requisitos de visa en 2019 para apoyar la industria turística brasilera pero tanto Estados Unidos como Canadá y Australia siguieron adelante con su pedido de visas a los brasileños.
Como parte de su política de Estado, Brasil exige visas a los viajeros basándose en principios de reciprocidad histórica e igualdad de trato.
Inicialmente, el gobierno pospuso la implementación de la visa el 1° de octubre de 2023. En septiembre, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva estableció como nueva fecha límite el 10 de enero pero luego anunció que se postergaría una vez más hasta el 10 de abril de 2024 cuando lo extendió hasta un año más.
A través de un comunicado oficial se explicó que el gobierno aún trabaja en el nuevo sistema de visas y evitará implementarlo cerca de la temporada alta, principalmente durante las celebraciones de Año Nuevo y las festividades de Carnaval en febrero, que atraen a decenas de miles de turistas.
Como una de sus primeras medidas gubernamentales de 2023, Lula restableció los requisitos de visa para Estados Unidos, Australia, Canadá e incluso Japón.
En el caso de Japó se llegó a un acuerdo con las autoridades brasileñas en septiembre para facilitar las disposiciones de viaje manteniendo a los ciudadanos nipones fuera de la nueva lista.
Según datos gubernamentales oficiales, durante mayo pasado ingresaron 567 millones de dólares –equivalente a 517 millones de euros- a Brasil a través de las compras de productos y servicios realizadas por turistas que representa el récord histórico del quinto mes en cualquiera de los años anteriores.
De acuerdo a la información del Banco Central de Brasil, hubo un crecimiento del 52% en comparación a los 373 millones de dólares, unos 340 millones de euros, que se registraron por ingresos turísticos en mayo de 2022.