Tan tradicionales como los taxis amarillos que vemos en infinidad de películas cinematográficas y series de televisión, las recorridas en mateo a caballo por las calles de New York brinda trabajo a 130 conductores -en su mayoría inmigrantes que ganan un salario anual de 100.000 dólares- compartiendo 68 licencias municipales para doscientos equinos que son alojados en establos de la ciudad.

Las entidades defensoras de los derechos de los animales vienen batallando hace años para que se prohíba esta práctica alegando que los caballos viven en condiciones de hacinamiento, generalmente sufren desnutrición y deshidratación sumado a que se asustan con el tráfico camino al parque.

Esta iniciativa cobró fuerza el mes pasado cuando, a través de un video publicado en las redes sociales, se vio a un caballo colapsar de cansancio en plena Novena Avenida mientras su conductor lo azuzaba para que continuará impulsando el carruaje por el asfalto de Nueva York.

“Manhattan es probablemente el peor lugar del mundo para tener un caballo de trabajo, nuestro tráfico, ruido, contaminación y calor son condiciones terribles”, explicó el concejal Robert Holden, autor del proyecto de ley para reemplazar a los animales con carruajes eléctricos a partir de junio de 2024. 

Directora del grupo anticarruajes NYCLASS, Edita Birnkrant sostiene que los caballos son tratados como si fuesen máquinas que no tienen derecho alguno.

En contraposición, los operadores de estos carruajes aseguran que los animales están bien cuidados ajustándose a todas las regulaciones y controles estatales al mismo tiempo que sus establos son permanentemente inspeccionados por los funcionarios municipales.

“Están felices y sanos. Es imposible obligar a un animal de setecientos kilos a hacer algo que no quiere”, afirmó ante la agencia de noticias AFP, Christina Hansen, quien conduce carruajes en Nueva York desde hace una década.

La actual legislación neoyorquina establece que los caballos no pueden utilizarse para trabajar más de nueve horas diarias y prohíbe hacerlo cuando la temperatura alcanza los 32ºC o disminuye por debajo de los -7ºC.