Ubicado sobre la ruta nacional 7, este pequeño pueblo del sur santafesino sobresale por su arquitectura religiosa que incluye dos conventos y dos iglesias construidas con materiales traídos de Europa por Mercedes Castellanos de la iglesia Castro de Anchorena, quien fundó esta localidad en 1903 tras la apertura de la estación ferroviaria Soler.
Su trazado urbano se caracteriza por sus diagonales que convergen en la entrada de la iglesia local y el convento franciscano que son ideales para disfrutar de un fin de semana o feriado de miniturismo religioso.
Este pueblo santafesino cuenta con una población estable de apenas cuatrocientos habitantes.
Denominada Best Tourist Villages en inglés, esta cuarta edición constituye un reconocimiento global a los destinos turísticos que se encuentren en entornos rurales comprometiéndose con la industria de los viajes.
Respecto a los parámetros que se considerarán relevantes, entre otros factores, se mencionan las políticas vinculadas al cuidado del ambiente, la promoción y el reconocimiento de sus atractivos turísticos naturales y culturales, la participación y la integración de la comunidad y el desarrollo económico y productivo.
En su edición pasada, 32 pueblos fueron reconocidos y otros 20 fueron seleccionados para el programa de consolidación de sus destinos sobre un total de 136 localidades de 57 países donde Trevelin formó parte de ese reconocimiento.