Con ingreso gratuito, este evento estuvo a cargo del Centro Enológico para el Desarrollo de la Vitivinicultura de Altura (CEDVA) de la facultad de ciencias agrarias (FCA) de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) con apoyatura del ministerio de cultura y turismo provincial junto a la secretaría de vitivinicultura.
La apertura fue encabezada por el vicegobernador provincial, Carlos Haquim, junto al ministro de cultura y turismo Federico Posadas; la secretaria de vitivinicultura Verónica Sato; la vice-rectora de la UNJu, Liliana Bergesio, y la vicedecana de la facultad de ciencias agrarias de la UNJu, Raquel Romeo.
A lo largo de esta primera edición sobresalieron las disertaciones de figuras nacionales del sector vitivinícola como enólogos especialistas en uvas criollas, productores y bodegueros que compartieron tanto sus conocimientos académicos como sus experiencias laborales.
En la Argentina, el enoturismo capta a 1.689.589 personas congregando a 1.148.604 en la provincia de Mendoza que tiene 245 bodegas, de las cuales, 146 explotan esta modalidad turística. No todo es tinto, los rosados logran esa tonalidad según el tiempo que se deja el hollejo encargado de aportar el color.
A fines de mayo pasado en la ciudad de Córdaba, capital provincial, se llevó a cabo el segundo Encuentro Regional del Turismo del Vino donde se presentó el denominado Plan Nacional Argentina Tierra de Vinos para impulsar el enoturismo en Argentina.
Considerado como un sector estratégico para el progreso de las economías regionales argentinas, el enoturismo es la mejor forma de conocer zonas vitivinícolas abarcando todas las etapas del proceso de elaboración de los tintos, blancos y rosados bajo la guía de somelliers degustando las principales etiquetas.
En referencia a la novedosa temática propuesta por el simposio, el ministro Posadas destacó que "Jujuy viene creciendo con poco pero muy buenos vinos que logran una alta calidad como los de extrema altura de la Quebrada ya posicionados a nivel nacional”.
El titular de la cartera provincial considero que, si bien no tiene la prevalencia de Mendoza o Cafayate, Jujuy es un destino que ya aparece en el mapa enoturístico de Argentina.
"Existe un mensaje implícito, quienes elaboran buenos vinos también brindan buenos servicios y Jujuy se destaca bastante en todo esto", aseguró Posadas remarcando el progreso de la gastronomía provincial.
Según estadísticas oficiales, en el año 2015 en Jujuy se registraban solamente diecinueve hectáreas de viñedos sembradas y un par de bodegas, mientras ahora la superficie cultivada con uvas supera las ochenta hectáreas y se cuentan nueve bodegas que además de vino, trabajan con la modalidad de enoturismo.
"La expectativa es crecer más, no sólo en la Quebrada sino también en los Valles, teniendo en cuenta que la característica del vino jujeño no sobresale por la cantidad sino su calidad, tener uno de los vinos más altos del mundo sitúa a Jujuy en un lugar destacado tanto en imagen como marketing turístico", concluyó el ministro Posadas.