Diego Varas, en su carácter de director de la Corporación Municipal de Turismo de Vicuña, destacó la singularidad del destino al que describió como "uno de los íconos turísticos más completos del actual escenario sudamericano".
"Ofrecemos mucho para descubrir incluyendo vistas maravillosas y rutas de trekking muy bonitas", afirmó Varas sobre esta ciudad chilena fundada en 1872 y que ahora cuenta con una población permanente de 30.000 habitantes, cifra que aumenta durante los meses de verano con la llegada de más de 6.000 turistas que buscan desconectarse del estrés urbano.
El pueblo de Vicuña ha centrado sus esfuerzos en el desarrollo de un turismo sostenible y adaptado a las nuevas tendencias. Según Varas, la ciudad se mantiene atenta a los cambios en los patrones turísticos para seguir siendo un destino atractivo.
En esta línea, el Gobernador Regional de Coquimbo, Wladimir Pleticosic, enfatizó la importancia de la colaboración público-privada en el desarrollo turístico, anunciando una inversión de 200 millones para un estudio de política regional de turismo.
El turismo astronómico es uno de los pilares de la oferta turística de Vicuña, con sitios como el Observatorio Mamalluca y el Centro Astronómico Alfa Aldea. Mamalluca brinca una experiencia técnica con más de diez telescopios, mientras que Alfa Aldea propone una experiencia más íntima e inclusiva, con opciones adaptadas para personas con discapacidad.
El pisco también juega un papel central en la identidad de Vicuña, con visitas y catas en la Fábrica Capel y ABA Pisquera, donde los visitantes pueden conocer de cerca el proceso de elaboración y disfrutar de este emblemático destilado chileno.
Además de estas ofertas, Vicuña es un santuario para quienes buscan relajación y bienestar, con actividades de senderismo, ciclismo y yoga que aprovechan el entorno natural del valle. La ciudad también es un centro cultural importante, con eventos y actividades en torno a la figura de Gabriela Mistral, primera Premio Nobel de Literatura en Chile, que atraen a visitantes interesados en la rica herencia cultural de la región.
Vicuña se presenta como un refugio ideal para aquellos que buscan una conexión profunda con la naturaleza y un escape del bullicio de las grandes ciudades, ofreciendo una experiencia turística que enriquece tanto el cuerpo como el alma.