Consolidadas como uno de los imanes nacionales de turistas extranjeros, las Cataratas del Iguazú son un destino imperdible durante todo el año pero todavía más en julio y agosto cuando la sensación térmica resulta más amigable para explorar la selva con sus cascadas sin el agobio del calor veraniego.
Conocida como La Linda, la ciudad de Salta tiene un clima templado y paisajes montañosos únicos sumados a su combinación de cultura, naturaleza e historia.
Como un oasis en medio del invierno argentino, el pueblo jujeño de Tilcara conserva la esencia de la cultura precolombina. Sus paisajes áridos y su clima agradable hacen de Tilcara un destino ideal para aquellos que buscan tranquilidad en pleno contacto con la naturaleza.
Tilcara es un lugar mágico donde el tiempo parece detenerse, perfecto para quienes desean desconectarse del bullicio urbano adentrándose en la tranquilidad e historia del norte de nuestro país.
Para los amantes del vino y la buena gastronomía, la provincia de Mendoza ofrece una alternativa perfecta. Con su clima seco y soleado, esta región es ideal para recorrer bodegas, degustar vinos de alta calidad y disfrutar de la majestuosidad de la Cordillera de los Andes.
Finalmente, la provincia de Entre Ríos, y en particular la ciudad de Colón brinda playas sobre el río Uruguay cuyo clima subtropical invita al descanso y la recreación al aire libre.
Colón es un refugio perfecto para quienes buscan distenderse del estrés de las grandes urbes disfrutando de la costa y termas locales.
Con estas opciones, Argentina se posiciona como un destino versátil y acogedor para aquellos que desean escapar del frío invernal y disfrutar de unas vacaciones únicas en lugares que ofrecen tanto tranquilidad como aventura.