- San Carlos de Bariloche, Argentina: naturaleza y actividades al aire libre
Ubicada en el corazón de la Patagonia argentina, la ciudad rionegrina de Bariloche te conecta con la naturaleza en su estado más puro. Rodeada de lagos cristalinos, imponentes montañas y bosques frondosos, la ciudad ofrece un sinfín de actividades para disfrutar en soledad como senderismo, kayak, ciclismo y esquí.
Viajar en solitario a este destino argentino te transformará con su naturaleza conectándote con vos mismo encontrando paz y armonía.
- Cusco en Perú te transmite historia viva y cultura vibrante
La antigua capital del Imperio Incaico te sumergirá en un viaje a través del tiempo y la cultura. Recorré las ruinas de Machu Picchu, una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, explorá la ciudad amurallada de Cusco y descubrí sus mercados artesanales.
- Isla Holbox en México es un paraíso tropical para relajarse y desconectar
Situada en el estado de Quintana Roo, México, Isla Holbox te ofrece un oasis de paz y tranquilidad. Disfrutá de sus playas de arena blanca, aguas cristalinas y su ambiente bohemio.
Alquilá una bicicleta para explorar la isla, observar la fauna local como flamencos y pelícanos y disfrutá de deliciosos platos de mariscos en los restaurantes frente al mar.
- La Paz, capital Bolivia, es una ciudad vibrante entre montañas
Te sorprenderá con su ubicación única entre montañas y su vibrante cultura. Recorré el mercado de las Brujas, visitá la Catedral Metropolitana y disfrutá de vistas panorámicas de la ciudad desde el teleférico.
Viajar a La Paz en solitario es un desafío que te hará salir de tu zona de confort.
- Galápagos en Ecuador es un archipiélago lleno de vida salvaje
Las Islas Galápagos, ubicadas frente a la costa de Ecuador, te transportarán a un mundo natural único con tortugas gigantes, iguanas marinas, leones marinos y una gran variedad de aves en su hábitat natural.
Recorré las islas en barco, haz snorkel o buceo y descubre la increíble biodiversidad de este archipiélago.
El naturalista Charles Darwin visitó Galápagos en 1835 inspirándose para desarrollar la teoría de la evolución.