Situado a ochenta kilómetros de la ciudad capital Rawson, el apostadero de Punta Tombo llega a tener un pico poblacional de un millón ejemplares que la convierten en una de las colonias más grandes de pingüinos de Magallanes sumado a más fauna autóctona.
La temporada chubutense de pingüinos se extenderá hasta abril de 2024, casi siete meses en que las aves cumplirán su ciclo de reproducción, nacimiento, aprendizaje e independencia de las crías.
Estas aves tienen el hábito de retornar al mismo nido cada año. Los primeros ejemplares en llegar son los pingüinos machos que comienzan de inmediato a reacondicionar sus nidos y, dos o tres semanas después, desembarcan las hembras para poner dos huevos y tras cuarenta días de incubación compartida con su pareja, vigilarán en conjunto el nacimiento los pichones.
Tanto las hembras como los machos preservan el nido y alimentan a las crías con anchoitas y calamar. Estos pichones nacen cubiertos de un plumón gris oscuro que en febrero lo mudan por uno juvenil para incursionar en el mar a la caza de su propio alimento a la espera de adquirir el plumaje adulto que obtendrán recién el año entrante siempre que sobrevivan a las condiciones climáticas hostiles.
Como novedad en materia de salud pública para residentes de Punta Tombo como visitantes, se instrumentaron medidas preventivas para combatir el virus de influenza aviar que hasta ahora no se detectó en aves de la zona aunque sí hubo casos de mamíferos como lobos de un pelo y un elefante marino.
Subsecretaria de Conservación y Áreas Protegidas del Chubut, Nadia Blanco, explicó que "esta temporada se habilitó en medio de la preocupación lógica de la influenza aviar que llevó a tomar medidas preventivas con la tranquilidad de existir casos en aves".
En declaraciones formuladas a la agencia estatal de noticias Télam, la funcionaria chubutense confirmó que, ante la llamada gripe aviar, se realizarán tareas de limpieza de suela de calzados en los accesos a las pasarelas y se recorrerán los senderos por grupos reducidos evitando todo contacto con los ejemplares.
"Nosotros contamos con el monitoreo permanente del personal especializado del Senasa y estaremos atentos a la evolución del virus como así también dispuestos a tomar las medidas preventivas necesarias para evitar la propagación", aseguró la subsecretaria Bravo.