Este desafío podría pensarse como casi imposible, o difícil de lograr, aunque ahora ya no es así porque Uruguay atrajo a compañías interesadas en hacer escala en ese histórico enclave colonial de enorme atractivo turístico para los cruceristas.
Durante los primeros quince días de enero creció un 227% la cantidad de pasajeros que ingresaron al puerto de Colonia en comparación a esas mismas dos semanas de 2022 y en diciembre se inauguró la segunda etapa de mangas mientras en marzo próximo comenzará una obra marítima incluyendo una pasarela que demandará una inversión de veinte millones de dólares.
Para terminar de cerrar esta ambiciosa idea, el viceministro Monzeglio participará de la próxima feria Seatrade Cruise Global que se celebrará del 27 al 30 de marzo próximo en el Miami Beach Convention Center de Fort Lauderdale en Estados Unidos.
En este evento norteamericano, las autoridades uruguayas trabajarán para concretar un cronograma de escalas para la temporada 2024 / 25 con una primera escala simbólica y promocional en 2023/24 para que uno de estos gigantes de los mares ancle por primera vez en el puerto de Colonia del Sacramento.
“Esta obra le sumará más y mejores prestaciones al puerto de Colonia cuyo volumen lo catapultará al más alto nivel de América del Sur”, afirmó Juan Curbelo, presidente de la Administración Nacional de Puerto (ANP) de Uruguay, destacando que en esta temporada estival arribarán 160 cruceros a Montevideo al mismo tiempo que 60 amarrarán en Punta del Este promediando cuatro recaladas diarias entre febrero y marzo próximo.
En diálogo con la prensa local, el titular de la ANP consideró que este flujo de embarcaciones resulta posible gracias a la disponibilidad y características de los muelles multipropósito que fue uno de los objetivos alcanzados con esta gestión gubernamental.
Colonia tiene puertos de yates y amarras a lo largo de 180 kilómetros de costa que van desde una completa gama de servicios hasta opciones más naturales como, por ejemplo, Dársena Higueritas (Nueva Palmira), el Arroyo de las Vacas (Carmelo), el Arroyo San Francisco (Conchillas), la Escollera Santa Rita (Colonia del Sacramento), Riachuelo y Puerto Sauce (Juan Lacaze).
El Puerto de Yates de Colonia del Sacramento, también conocido como Puerto Viejo de Colonia, está situado sobre el Río de la Plata con muelles y amarres de borneo para el atraque de embarcaciones incluyendo la mayoría de las regatas que se realizan en la zona.
“El alto número de barcos y veleros que entraron a las terminales deportivas de Colonia y Piriápolis permiten ser optimistas sobre el desarrollo de las políticas portuarias”, señaló Curbelo, describiendo a la actual temporada como muy positiva para la actividad turística y comercial de Uruguay.
Además, el funcionario adelantó que en el Puerto de Nueva Palmira se licitarían obras por veinte millones de dólares para este primer semestre de 2023 junto con reformas en la terminal de pesca de Capurro a costo que rondaría los cien millones de la divisa estadounidense.
Como uno de los logros más destacables del año pasado, el gobierno uruguayo llegó a los trece metros de profundidad en el canal de acceso al puerto montevideano posibilitando el tránsito de barcos de mayor calado y capacidad. A nivel comercial, esta obra instaló a Montevideo como sede receptora de carga de toda la región siendo una puerta de salida a mercados de los cinco continentes.
Por el lado de las obras de Colonia, esto podría generar una interacción con Argentina implementando tráfico de cruceros desde la costa uruguaya a destinos argentinos como Rosario que cuenta con atractivos turísticos sumado a la logística e infraestructura de la hidrovía.