Esta plataforma gestionada por la secretaría de turismo provincial exhibe todos los paseos; eventos y opciones tanto aquellos gratuitos ofrecidos por los municipios como los que brindan los operadores privados. Ahí se pueden realizar reservaciones de alojamiento y actividades. También es aconsejable para contratar hospedaje para lugares de lujo con todas las comodidades hasta cabañas básicas y la opción de los campings municipales y privados.
Las localidades situadas a la vera de la ruta 1 tienen como denominador común el paisaje fluvial que incluye cabañas equipadas con todos los servicios en Colastiné, Rincón y Arroyo Leyes para hospedarse cuando uno desea pasar más de un día pescando, navegando o descansando con vista a los espejos de agua e incontables islas cercanas a la costa.
En Santa Rosa de Calchines habrá que visitar las construcciones del siglo diecinueve, su museo Aníbal Bergallo y la iglesia Santa Rosa de Lima pudiéndose alojarse en algunos de los bungalows que se alquilan en este pueblo o armarse la carpa en el camping comunal San Antonio que cuenta con con asadores y bajada de lanchas para avistaje de pájaros o pesca deportiva.
A ochenta kilómetros al norte, el departamento Garay alberga las localidades antiguas de Helvecia y Cayastá, esta última con la atracción del parque arqueológico Ruinas de Santa Fe la Vieja. Declarado monumento histórico nacional, posee las primitivas viviendas de la época colonial y los edificios del Cabildo, las Iglesias de San Francisco, La Merced y Santo Domingo donde descansan los restos de los primeros habitantes españoles.
Su museo de Sitio exhibe piezas exhumadas en 1949 por el historiador Agustín Zapata Gollan con un recorrido cronológico que incluye elementos de la cultura aborigen antes de la llegada de los colonos europeos. A finales de junio se realiza la fiesta de la Yerra celebrando la primera marcación de ganado que se hizo en el Río de la Plata en 1576, tres años después que Juan de Garay fundó el asentamiento original de lo que hoy es la ciudad de Santa Fe.
Helvecia sobresale por sus safaris fotográficos por las islas, también por la pesca deportiva y el turismo rural, actividades que se combinan con las visitas al Museo Histórico Regional, el parque Prefectura Naval Argentina y la iglesia Nuestra Señora del Carmen. Su fauna consiste en nutrias, carpinchos y las especies ictícolas como sábalos, bogas, rayas, bagres, dorado, pacú y manguruyú, cuya captura está prohibida. El surubí se protege con vedas que suelen comenzar en noviembre.
A 160 kilómetros de la capital provincial y conocida popularmente como el paraíso costero, la ciudad de San Javier nació como una reducción jesuítica de indios mocovíes en el siglo dieciocho. En la actualidad ofrece caza, pesca y turismo aventura. Patria chica del fallecido campeón mundial de boxeo Carlos Monzón, aún se conserva su casa natal del barrio La Flecha, San Javier también alumbró al poeta Julio Migno y el escritor y cineasta Alcides Greca, quien filmó un documental El último malón en 1918 sobre la rebelión mocoví de 1904 que derivó en una matanza.
En cercanías de la localidad de Romang y de allí hacia el norte comienza una de las zonas más bellas, que el pueblo indígena abipón llamaba Jaaukanigás (gente del agua). Se trata de un sitio Ramsar para contemplar la naturaleza de un territorio virgen donde conviven yacarés, monos carayá y una gran diversidad de aves, y que es territorio de los pescadores artesanales.
Con epicentro en el barrio Puerto de Reconquista, se puede recorrer las islas del Paraná en safaris fotográficos, navegaciones, kayak o senderismo con enormes árboles de la selva en galería.