Viajar a cualquiera de estos siete lugares no implica daños ambientales ni perjuicios a la cultura zonal sumado a que la gran mayoría de sus operadores y agencias turísticas cuentan con protocolos sustentables.
1. Gales
Situada al oeste de la isla de Gran Bretaña, esta nación ofrece tres destinos turísticos sustentables como Anglesey, Snowdon y Pembrokeshire que, ante la masa crítica de visitantes que arriban en el verano europeo, implementan políticas de protección de los negocios locales.
Sus restaurantes y tiendas venden productos elaborados según la temporada local de cultivos local para servir platos elaborados que llegan directamente desde las granjas. Las ganancias retornan a la comunidad como forma de apoyar las prácticas agrícolas sostenibles de la región.
2. Costa Rica
Con un 25% de su territorio declarado como zona de conservación, este país centroamericano está considerado uno de los líderes de la lucha contra la crisis climática y el 98% de su energía eléctrica proviene de fuentes renovables.
Las previsiones oficiales estiman que en 2050 se convertirá en emisión cero de carbono para preservar sus costas de arena blanca; océanos repletos de especies marinas y selvas tropicales con gran variedad de vegetación y diversos animales silvestres.
Es mucho más que un destino de sol y playa, se trata de un lugar ideal para conectarse e interactuar con la naturaleza a través de caminatas por la jungla; observación de delfines y practicar deportes acuáticos como natación en aguas abiertas o kayak de travesía en el mar.
3. Sri Lanka
En esta pequeña isla del océano Índico se refugia una gran vida silvestre marina incluyendo ballenas azules que suelen reproducirse a lo largo de la costa sur.
Mediante proyectos sostenibles como la plataforma comunitaria Oceanswell se implementan limpiezas comunitarias de espacios públicos; asesoramiento a las empresas turísticas para evitar la sobre-pesca y las acciones contaminantes.
Además, se instruye sobre pautas para que los avistamientos de ballena se lleven a cabo en forma responsable para no perjudicar en modo alguno a estos gigantes marinos.
Eslovenia. Fuente: Getty images
4. Eslovenia
Es uno de los veintisiete estados que integran la Unión Europea, se destaca por su programa de certificación Esquema Verde que impulsa a los hoteles, operadores turísticos y restaurantes a implementar prácticas más ecológicas.
Para ser parte de este esquema verde hay que cumplir un proceso de once pasos que incluye producir informes ambientales regulares y realizar campañas de difusión que serán revaluados cada tres años.
Como retribución por este compromiso sustentable, los establecimientos serán beneficiados por el Patronato Nacional de Turismo que promoverá activamente a cada empresa que cumpla con lo estipulado en este Esquema Verde.
5. Bután
Tras muchos años de fronteras cerradas al turismo extranjero, el Reino de Bután permite que ingresen visitantes del exterior siempre que hayan reservado previamente los itinerarios guiados a través de los operadores oficiales.
Además, los turistas internacionales deberán pagar 250 dólares estadounidenses por persona en concepto de tarifa nocturna de temporada alta que abarca un impuesto del 37% destinado a mejorar la infraestructura y fortalecer los sistemas de salud y educación. De esta manera, el turismo es controlado para que no afecte ningún aspecto de la vida cotidiana de los ciudadanos.
6. Botswana
Esta nación del sur de África sufrió el deterioro de sus recursos naturales debido los safaris. Desde hace décadas, la fundación Great Plains Safari trabaja para mermar el impacto negativo y ayudar a la prosperidad económica de las aldeas locales.
Entre otras iniciativas, se instaló un campamento de conservación especialmente pensado para niños donde asisten a cursos semanales capacitándose sobre su entorno natural y la necesidad e importancia de conservarlo.
7. Italia
El país europeo lleva treinta años trabajando en el crecimiento del agroturismo contando con las actuales 20.000 granjas operativas.
De esta manera, las ganancias obtenidas en esta área son directamente direccionadas a las comunidades que, de otra manera, no recibirían ningún beneficio proveniente del turismo.
Por su parte, los turistas disfrutan de un campo tranquilo con comida casera conectándose con familias locales para aprender sobre su cultura e historia.
Italia