En su comunicado oficial, la misión diplomática norteamericana aconsejó que “los ciudadanos estadounidenses deben estar atentos, tener conciencia del lugar e incorporar prácticas de seguridad personal sólidas para sus actividades diarias”.
El comunicado añadió que los estadounidenses deben estar “siempre alerta” en Colombia ante la posibilidad de que “organizaciones criminales y grupos terroristas” puedan llevar a cabo ataques con poca o nula advertencia en lugares que van desde mercados o centros comerciales hasta estaciones de policía, instalaciones gubernamentales, hoteles, clubes, restaurantes o aeropuertos.
“Si bien los terroristas no han atacado específicamente a ciudadanos estadounidenses, en los ataques pueden resultar víctimas no deseadas”, expresó el parte de prensa gubernamental redactado en Washington.
Entre las recomendaciones específicas, la embajada incluye mantener un perfil bajo, estar atento a las personas que están alrededor, evitar estacionar en las calles, no dar información excesiva a personas extrañas, caminar y conducir con precaución por las noches, no usar teléfonos ni llevar joyas o relojes demasiado caros por la calle y no resistirse a cualquier intento de robo.
Las recomendaciones de la embajada estadounidense se dan a conocer tras una seguidilla de hechos de inseguridad que han ocurrido en Bogotá. El más reciente de ellos sucedió el miércoles, cuando un sicario asesinó al empresario Roberto Franco en un estacionamiento subterráneo aledaño al Parque de la 93, epicentro de un sector del norte de la ciudad en el que confluyen embajadas, empresas, y en el que abundan restaurantes, bares y cafés frecuentados por extranjeros y por las personas más adineradas de la ciudad.
Otros casos de robos con intimidaciones han ocurrido en cafés o restaurantes como Pecado Capital, Masa, Starbucks, Abasto o Bogotá Beer Company que suelen ser visitados por el turismo receptivo.