La evolución favorable de la situación sanitaria a nivel continental, sumado al incremento de la vacunación a nivel global, llevó a la Unión Europea a reabrir sus fronteras después de dos años de estrictas restricciones desde marzo de 2020 cuando irrumpió la pandemia de Covid-19.
Esta flexibilización de los requisitos de arribo para viajeros del exterior incrementaría los ingresos de divisas provenientes del turismo durante Semana Santa y la temporada estival europea, en especial para la gastronomía y la hotelería que son los sectores más golpeados por la crisis económica que causó la pandemia.
Cada uno de los veintisiete estados miembros de la Unión Europea podrá exigir pruebas adicionales como test de antígenos o PCR e incluso imponer cuarentenas a estos viajeros. En cualquiera de los casos, siempre estarán exentos los menores de seis años de edad.
Tras una reunión mantenida en su sede de la ciudad belga de Bruselas, la Unión Europea estableció que las limitaciones de viaje desde terceros países se impondrán cuando la región en cuestión exceda de los 75 a 100 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos catorce días.
Los estados miembro están facultados para requerir una prueba negativa y aplicar cuarentenas a quienes hayan recibido una vacuna autorizada por la OMS. Lo mismo sucederá con aquellos que se hayan recuperado del Covid o los viajeros que hayan sido inoculados pero tengan un certificado de la Unión Europea o un documento equivalente.
Nueva reglamentación
Las nuevas medidas comunitarias siguen la misma línea que las adoptadas a finales de enero cuando se aprobaron los viajes sin restricciones para los ciudadanos europeos vacunados. Hasta ese entonces, los movimientos entre países dependían del mapa elaborado por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades que imponía restricciones para los viajeros en función del riesgo sanitario en su región de procedencia.
Hay una decena de países que continúan aplicando restricciones para acceder a sus fronteras negándose a respetar las directivas comunitarias como Alemania, Austria e Italia.
El Consejo Europeo reiteró un llamamiento este martes a estos estados para que levanten esas restricciones. La decisión final corresponderá a los países, ya que estas recomendaciones no son jurídicamente vinculantes.
La recomendación indica, además, la necesidad de un cambio de criterio en la movilidad internacional que tenga en cuenta únicamente la situación personal del pasajero. El Consejo ha ido más allá y ha pedido al Ejecutivo de Bruselas que estudie antes de mayo la posibilidad de eliminar la lista de países a los que se les aplican restricciones adicionales.