En Bruselas, la tasa turística varía desde 2,15 euros por noche en hoteles de una estrella hasta 8,75 euros en establecimientos de cinco estrellas. Comparado con otros países europeos, Bélgica tiene una de las tasas turísticas más altas, solo superada por ciudades como Ámsterdam, en los Países Bajos.
Italia, por ejemplo, tiene tasas que oscilan entre 1 y 4 euros por noche dependiendo de la ciudad y la categoría del hotel. En Venecia, una medida similar a la de Bélgica incluye una tasa para quienes visitan la ciudad sin pernoctar, con el fin de controlar el turismo de día que congestiona sus calles y plazas.
Consolidado como una de las naciones que recibe más viajeros extranjeros de los cinco continentes, Francia implementó la tasa turística nacional que varía entre 0,20 euros en campings y hasta 4 euros en hoteles de alta categoría. Su capital París cobra un 10% más que el resto del país.
Alemania, por su parte, introdujo el impuesto cama ciudades como Berlín y Hamburgo que equivale a un 5% del costo del alojamiento.
La elevada tasa turística en Bélgica generó un debate sobre su efectividad para disuadir el turismo masivo. Mientras algunos argumentan que esta medida reducirá el número de visitantes, otros creen que la belleza y el atractivo cultural de las ciudades belgas seguirán atrayendo a turistas a pesar de los costos adicionales.
Las autoridades locales defienden la tasa como una herramienta para mejorar la calidad de la experiencia turística y proteger los recursos locales.
En Bruselas, la tasa turística varía desde 2,15 euros por noche en hoteles de una estrella a 8,75 euros en los de cinco estrellas. La discusión sobre esta medida se centra en si puede reducir la congestión turística o si los turistas seguirán visitando las ciudades belgas atraídos por su historia y cultura únicas.