La nación escandinava desplazó a destinos de playa en una tendencia a favor de zonas de temperaturas más frías ya que los viajeros ahora optarían por evitar las olas de calor extremo que sufrieron en la pasada época estival.
El operador de turismo de lujo Kensington Tours registró un aumento del 37% de ocupación hotelera en Noruega para el período comprendido entre junio y agosto próximo.
Esta tendencia no es exclusiva de Noruega debido a que se constató un importante incremento en las reservas para Suecia y Finlandia con aumentos del 70% y 126%, respectivamente según datos publicados por The Wall Street Journal (WSJ).
En detrimento de los balnearios a puro sol con sensación térmica superior a los cuarenta grados, la ciudad noruega de Bergen y su par austríaca de Innsbruck crecieron en cantidad de visitantes ofreciendo paisajes libres del turismo masivo que afecta a capitales como Madrid y Roma en España e Italia respectivamente.
La plataforma digital de búsquedas de alojamientos Kayak contabilizó un crecimiento de los pedidos de vuelos para destinos más fríos como Southampton en Inglaterra, y Fairbanks en Alaska.
Southampton tiene una temperatura promedio de veintidós grados en el verano europeo y aumentó un 57% en las búsquedas de Internet mientras que Fairbanks se incrementó un 25%.
La creciente demanda de viajes nórdicos ha llevado a empresas turísticas a expandir sus ofertas en la región escandinava, destacando un notable aumento en las reservas para destinos como Noruega y Dinamarca.