En la previa a una nueva edición de la TTG de Rímini considerada como la feria más importantes del turismo italiano, se publicaron los resultados del sondeo que constató que Estados Unidos y Brasil son las dos naciones que mayor cantidad de visitantes extranjeros le aportan superando a viajeros de Francia; Alemania e Inglaterra que se ubicaron en tercera, cuarta y quinta posición respectivamente.
Entre las virtudes ponderadas por los ciudadanos extranjeros que eligieron a Italia como destino de sus vacaciones, sobresalen el arte, cultura e historia de ciudades como Roma, Florencia, Venecia y Pisa, los atractivos de urbes como Milán; Nápoles y Sicilia más la costa de Amalfi con los lagos de cómo y Garda.
Además, aquellos turistas que ya visitaron Italia en el último lustro, la recomiendan porque consideran que ofrece una combinación única de cultura, gastronomía y hospitalidad.
Como aspecto desfavorable, el alto costo del viaje atenta contra Italia cuyo alojamiento y gasto cotidiano están entre los más caros de Europa donde otros países ofrecen más limpieza e infraestructura.
El arte italiano no sólo se exhibe en los museos. Las paredes de la periferia de la ciudad de Roma están coloreadas con grafitis -dibujos, pinturas y garabatos en espacios públicos- que convirtieron a estos barrios de las afueras en una suerte de museos a cielo abierto.
Para quienes visiten la capital italiana, es recomendable que recorran los barrios de Ostiense, Tor Marancia, el Quadraro, el Pigneto, San Basilio o Tor Bella Monaca cuyos muros se tornaron en los lienzos utilizados por los artistas callejeros.
A inicios de septiembre, a través de su ministro de turismo Massimo Garavaglia, el gobierno de Italia anunció que firmará una serie de decretos para distribuir una partida de cuarenta millones de euros entre las agencias de viajes y los turoperadores como forma de impulsar la actividad del sector evitando la pérdida de puestos de trabajo.
El Partido Democrático (PD) de Italia propuso un proyecto de turismo de raíces para que los argentinos cuyos abuelos o padres hayan nacido en esa nación de la península europea viajen a los pueblos o ciudades de sus antepasados.
Legislador de ese espacio político de la centroizquierda azurra, el senador Fabio Porta sostuvo que, antes de irrumpir la pandemia de Covid-19 en marzo de 2020, más de diez millones de personas con orígenes italiano visitaban la península cada año de diferentes partes del mundo y generando un ingreso de 5.000 millones de euros en consumo de productos y servicios locales.