Bautizado como Sky Bridge 721 esta pasarela colgante peatonal está suspendida por cables que, en su primera jornada, ya congregó a más de mil visitantes, muchos de los cuales afirmaron que sufrieron leves mareos.

Tras ascender al puente en un teleférico, el puente se debe cruzar caminando hasta salir por el otro extremo que sirve de ingreso a un sendero forestal pavimentado rodeado de carteles que detallan la historia checa incluyendo un juego de realidad virtual.

A dos y horas media de auto desde la capital Praga, con un ancho de 1,2 metros, el puente Sky Bridge 721 es apto para ser transitado por personas de todas las edades incluso niños aunque no es recomendable para cochecitos de bebés o sillas de ruedas.

El precio de la entrada cuesta 14,60 dólares debiéndose adquirir en forma online con la mayor anticipación posible porque, desde su inauguración, es visitado en forma masiva por turistas de toda Europa.

De acuerdo al Libro de los Récords Guinness, este puente checo es el cruce peatonal colgante más extenso del mundo ya que superó por 154 metros al Baglung Parbat Footbridge de la provincia de Gandaki en Nepal.

Además, República Checa también cuenta con otro puente peatonal colgante en la localidad de Dolní Morava, en la frontera con Polonia, el denominado Sky Walk que consiste en una estructura curva con pasarela de madera y tobogán ubicado a 1.116 metros sobre el nivel del mar.