Consolidado como un atractivo destino internacional gracias a sus playas tropicales, los palacios reales, las ruinas antiguas y los templos adornados con figuras de Buda, Tailandia recibió a casi 40 millones de visitantes extranjeros en 2019 previo a desatarse la emergencia sanitaria por los contagios masivos de coronavirus.
Según datos oficiales, hasta poco tiempo antes de la pandemia desatada a inicios de 2020, Tailandia es la novena nación más visitadas a nivel global por detrás de potencias turísticas como Francia, España, Estados Unidos, China, Italia, Turquía, México y Alemania.
En declaraciones formuladas a la agencia de noticias AFP, el ministro de turismo tailandés Yuthasak Supasorn informó que esta tasa de nueve dólares, el equivalente a 300 bahts que es su moneda de curso legal, ayudará a financiar la gestión del sector cubriendo el seguro de accidentes de aquellos viajeros que no puedan costearlo.
A través de un comunicado emitido por el vocero gubernamental, Thanakorn Wangboonkongchana, la tasa se incorporará automáticamente a las tarifas aéreas.
Desde su capital Bangkok hasta el más remoto de los pueblos del interior, Tailandia cerró sus fronteras en marzo de 2020 implementando una férrea cuarentena para evitar la propagación de toda variante de Covid-19.
Una vez que concluyó el aislamiento social obligatorio preventivo, desde enero hasta octubre pasado ingresaron unos 100.000 viajeros del exterior, un flujo que luego se cortó abruptamente debido a las normas restrictivas que se instauraron ante la nueva ola de la variante Ómicron.
En la actualidad, de acuerdo a las estimaciones efectuadas por funcionarios públicos del área de turismo de Tailandia, este país del sudeste asiático recibiría a cinco millones de visitantes extranjeros a lo largo de 2022.
Esta cifra podría incrementarse, incluso triplicarse, si dos de sus principales fuentes de turistas como China e India levantan las restricciones para viajar al exterior.