Gracias a sus pasos de montaña serpenteantes, reliquias históricas y paisajes majestuosos, la provincia vietnamita de Ha Giang prevaleció sobre nueve destinos rivales en el camino a ser designada como destino emergente número uno del continente asiático.
Obtener esta distinción, una suerte de premio Oscar de la industria turística mundial, la imagen de Ha Giang se jerarquizó reafirmando su posición e importante en materia de viajes en familia, pareja o con amigos.
El turismo en Ha Giang se fue desarrollando de forma sostenible, convirtiendo a la provincia en un destino atractivo para visitantes nacionales e internacionales y transformándose gradualmente en un sector económico clave de la provincia.
Ha Giang es una tierra antigua, hogar de más de veinte grupos étnicos, que tienen su propia cultura, estilo de vida y costumbres tradicionales, además de festivales que atraen a visitantes del resto del país e incluso provenientes del exterior.
En 2010, la meseta rocosa de Dong Van, en Ha Giang, fue reconocida oficialmente por la UNESCO como geoparque global, el primero de su tipo en Vietnam y el segundo en el Sudeste Asiático.
El turismo receptivo en Vietnam sufrió una merma considerable debido a los inconvenientes de sus dos principales naciones emisoras como Rusia afectada por las sanciones económicas impuestas tras la invasión militar a Ucrania ordenada en febrero pasado por su presidente Vladimir Putin y China que volvió a cerrar sus fronteras ante un rebrote de contagios masivos de Covid-19.
En la actualidad, de acuerdo a los registros oficiales de la autoridad de migraciones vietnamita, los países que mayor cantidad de turistas le aportan son Corea del Sur, Reino Unido, Francia, Alemania, Singapur, Malasia, Tailandia y Camboya.
La Administración Nacional de Turismo de Vietnam (ANTV) anunció que reforzará la conectividad con aquellos mercados que tienen rutas aéreas con su país, especialmente los que autorizan que sus ciudadanos viajen al extranjero.