Director de la Oficina Nacional de Turismo Tunecino (ONTT), Lotfi Mani anunció que este país del norte africano recuperaría en el próximo ejercicio el 80% de los indicadores del periodo previo a la pandemia de Covid cuando recibieron a nueve millones y medio de viajeros procedentes del exterior.
"A día de hoy, el balance del turismo tunecino está en consonancia con los objetivos marcados ya que nuestra actividad recién comenzó a partir de abril pasado debido a las restricciones para viajar que se impusieron para frenar la ola de contagios masivos de coronavirus”, explicó Lotfi Mani en declaraciones formuladas a la agencia estatal de noticias TAP.
De los 5.900.000 turistas que ingresaron al país magrebí hasta el 10 de diciembre pasado, más de un millón lo hicieron desde la vecina Argelina mientras el resto llegaron desde la Unión Europea, principalmente de Francia, Alemania, Reino Unido, Polonia y República Checa.
Las pernoctaciones hoteleras sumaron dieciocho millones y medio durante el mismo periodo mientras que los ingresos sobrepasaron los 4.000 millones de dinares, el equivalente a 1.200 millones de euros.
En cuanto al mercado local, cuyas cifras no se hicieron públicas, el funcionario sostuvo que "no se trata de un salvavidas pero es una garantía para el turismo tunecino contra los avatares del mercado internacional".
El turismo aporta el 14% del Producto Bruto Interno (PBI) de Túnez al mismo tiempo que genera 400.000 empleos directos e indirectos pese a las sucesivas crisis desde el inicio de la transición democrática en 2011, especialmente tras la cadena de ataques terroristas en 2015 que causaron 72 muertes, de los cuales, sesenta fueron turistas extranjeros.
Aunque las autoridades buscan diversificar la oferta más allá del turismo termal y de playa expandiéndose a destinos alternativos como el sur desértico que ocupa el 30% del territorio o sus 2.000 sitios arqueológicos, por el momento es difícil competir con sus cerca de 1.200 kilómetros de costa.