El verano de 2025 fue clave para consolidar este crecimiento, ya que entre julio y agosto llegaron 4,6 millones de turistas, un 6% más que el año pasado. Este desempeño mejoró ampliamente el promedio de crecimiento turístico mundial previsto por la Organización Mundial del Turismo (OMT), que no debería sobrepasar el 5% en el mismo lapso.
El dinamismo del sector se explica en gran medida por las mejoras en la conectividad aérea con Europa y Asia. La aerolínea Ryanair, que recientemente redujo operaciones en varios aeropuertos españoles por las altas tasas, decidió priorizar a Marruecos, destacando la eficiencia de su sistema aeroportuario y su compromiso con el desarrollo del tráfico aéreo.
El país magrebí también fija su mirada en Asia, con el objetivo de captar un millón de turistas chinos hacia 2030. Para ello, la Oficina Nacional de Turismo de Marruecos (ONMT) selló una alianza estratégica con China Eastern Airlines, que refuerza las expectativas de diversificación de mercados.
La preparación para el Mundial de Fútbol 2030, que Marruecos organizará junto a España y Portugal, funciona como catalizador adicional de inversiones en estadios, transporte y servicios turísticos. El tren de alta velocidad y la ampliación de rutas aéreas forman parte de esa estrategia.
Sin embargo, este impulso no está exento de tensiones internas. Distintos sectores de la sociedad marroquí reclaman que los fondos destinados al Mundial y a los megaproyectos turísticos deberían canalizarse hacia las víctimas del terremoto ocurrido en 2023, que aún denuncian la falta de asistencia estatal para reconstruir viviendas y comunidades.
Con un crecimiento sostenido, nuevas alianzas internacionales y la proyección de grandes eventos, Marruecos se consolida como uno de los destinos más competitivos del mundo, al tiempo que enfrenta el desafío de equilibrar sus prioridades entre el turismo global y las demandas sociales internas.
Marruecos se consolidó como el líder del turismo africano con un promedio anual de diez millones de visitantes extranjeros que ahora anhela duplicar con su campaña Tierra de Luz. Este país cuenta con nueve sitios declarados patrimonio de la Humanidad por la Unesco y sus cinco destinos más visitados son Rabat, Casablanca; Marrakech, Fez y Tánger.
Desde el ministerio de turismo de Marruecos sostuvieron que estas iniciativas estatales reposicionarán al turismo como un sector clave en la economía nacional estimando que en 2030 arribarían veintiséis millones de visitantes procedentes del exterior.