Los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades consideraron una disminución en el riesgo como consecuencia al descenso de casos de coronavirus en el último tiempo. Además, las campañas de vacunación contra COVID-19 fueron un factor esencial para el avance del sector turístico del país y las tasas de cobertura de la vacuna jugaron un rol importante en la determinación de los niveles de asesoramiento por parte de los CDC.
Tras un año y medio de pandemia, algunas cuestiones resaltaron y fueron definidas como exitosas para ayudar a minimizar la propagación del coronavirus. Entre estas medidas favorecedoras ante la situación epidemiológica están las recientes actualizaciones y requisitos de entrada, que incluyen garantizar que tanto los viajeros vacunados como los no vacunados realicen una prueba de detección de COVID-19, ya sea un PCR o test de antígenos, la cual deberá resultar negativa y tendrá que ser realizada durante los 5 días previos al arribo a las Bahamas, además, deberán cumplir con las restricciones impuestas por las autoridades una vez que estén en la isla.
Sin embargo, el Gobierno de las Bahamas seguirá controlando las islas individualmente y difundirá medidas de protección para tratar casos específicos o para picos en consecuencia, con el objetivo de garantizar la seguridad de las personas locales y los turistas extranjeros. Las autoridades analizaron incluir estas normas como prevención a una nueva ola de contagios como ocurrió en algunos países con la variante Delta.