De acuerdo a los resultados del estudio Economic Outlook for Southeast Asia, China and India que elaboró la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), 350 millones de turistas extranjeros se movilizaron por Asia durante 2019.
Máxima potencia turística continental, China encabezó las preferencias al recibir 67 millones de visitantes en un año que lo consolidaron como el destino más elegido de Asia por delante de India que se situó segunda con 10 millones de viajeros procedentes del exterior.
Los dos años siguientes, 2020 y 2021 cuando imperaron las restricciones pandémicas, el turismo disminuyó 84% generando una pérdida de 297.000 millones de dólares en el conjunto de las economías asiáticas.
Estos ingresos resultan decisivos en estados como Camboya o Filipinas donde el turismo representa el 25,8% y el 22,5% respectivamente del Producto Bruto Interno (PBI) antes de la eclosión de la pandemia a diferencia de India y China donde el impacto sólo alcanza al 9% y 4% en ese orden.
El sector turístico empleaba a más de setenta millones de personas en Asia Pacífico, el 4% del total de la región pero ahora mermó a la mitad debido al impacto de la pandemia en hoteles, restaurantes y transporte. En India, el turismo representaba el 8% del empleo en 2019 mientras en China ascendía al 10%.
Detrás de China, el país que más turistas recibía en 2019 en Asia-Pacífico, se situaron Tailandia con cuarenta millones de viajeros internacionales, Japón con 32 millones, y Malasia con 26 millones.
Sin embargo, ahora las preferencias de los viajeros son distintas. Tras el confinamiento que vivieron muchos de los ciudadanos europeos y estadounidenses, principales emisores del turismo, se elevó la demanda de viajes ambientados con naturaleza y aventuras y las actividades al aire libre, como el senderismo o el camping, ya representan el 54% de la demanda.