El gobierno italiano está considerando un aumento significativo del impuesto turístico que llevaría el costo máximo a veinticinco euros por noche para las habitaciones cuyo precio supere los 750 euros. Esta cifra duplica el tope actual de diez euros. La propuesta busca, según la ministra de Turismo, Daniela Santanchè, mejoraría los servicios y concientizaría a los visitantes por el impacto que generan en estos destinos.