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Dueña de una trayectoria marcada por una búsqueda constante de nuevas oportunidades en la industria del turismo, Carminati reside en Europa desde 1989 donde creó una de colaboradores en el sur de Suiza para que sus visitantes se conecten con la esencia del Cantón de Tesino, una región caracterizada por su belleza natural y su tradición vitivinícola.
Las agroexperiencias que ofreció Patricia permitieron a los turistas sumergirse en la producción de vino y en la riqueza de los productos locales. Esta oferta incluyó actividades interactivas como la vendimia y la recolección de hortalizas, logrando así un acercamiento práctico y educativo a la cultura de la región, lo que enriqueció la experiencia de viaje.
En un contexto donde la sostenibilidad es cada vez más valorada por los consumidores, el reconocimiento de la emprendedora argentina resaltó la importancia de las prácticas responsables en el turismo. Su propuesta destacó en el panorama turístico internacional, subrayando la necesidad de una conexión respetuosa con el medioambiente. A través de visitas a bodegas y productores locales, los turistas pudieron disfrutar de la autenticidad de la región sin comprometer sus recursos naturales.
El jurado de los Best Of Wine Tourism destacó la personalización y la autenticidad de las experiencias brindadas donde cada itinerario se diseñó con cuidado, asegurando que los visitantes se informaran al mismo tiempo que disfrutaran desde degustaciones de vinos hasta paseos por paisajes idílicos, la atención al detalle fue fundamental para su enfoque.
La dedicación de Patricia a la creación de un ambiente acogedor para los turistas fue notable. Durante más de catorce años, trabajó para garantizar que cada visitante sintiera una conexión especial con la cultura suiza. Su compromiso en personalizar cada actividad reflejó su pasión por ofrecer un turismo enriquecedor y consciente.
La historia de Patricia Carminati se convirtió en un ejemplo inspirador de cómo el turismo puede evolucionar para ser más consciente y responsable. Su galardón enriqueció la industria del turismo en Suiza, también motivó a otros profesionales en Argentina y el mundo a seguir su camino hacia un turismo sostenible y culturalmente enriquecedor.
Argentina, reconocida por la calidad de sus vinos, transformó al enoturismo en un motor clave para el desarrollo de la industria nacional de los viajes. Nuestras principales regiones vitivinícolas como las provincias de Mendoza, Salta, San Juan y Neuquén atraen a más de medio millón de de visitantes anuales interesados en conocer bodegas para maridar tintos, blancos o rosados con las delicias gastronómicas locales.
Mendoza, conocida como la capital mundial del malbec, lidera el enoturismo en el país. La Ruta del Vino en el Valle de Uco, Luján de Cuyo y Maipú ofrece experiencias premium , que incluyen visitas a bodegas boutique, maridajes con platos de autor y catas dirigidas por sommeliers. Además, las bodegas han ampliado su oferta con alojamientos exclusivos, spas de vinoterapia y paseos entre viñedos, convirtiéndose en destinos de lujo para los amantes del vino.
El enoturismo argentino combina paisajes espectaculares, excelencia enológica y experiencias culturales. Ya seas disfrutando de un Malbec en los Andes, un Torrontés en los Valles Calchaquíes o un Pinot Noir en la Patagonia, cada región ofrece un viaje único para los sentidos .
