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Por primera vez en suelo centroamericano, esta vigesimoctava edición se llevó a cabo en el Centro de Convenciones de la capital San José bajo la dirección del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) con apoyo de la Organización de Turismo Social (ISTO por sus siglas en inglés).
El ISTO trabaja específicamente en áreas como accesibilidad, comercio justo, ambiente, solidaridad y calidad de vida para que el turismo esté al servicio la gente, las comunidades y los territorios.
Según Alberto López, gerente general de ICT, la decisión de seleccionar a Costa Rica como sede para este congreso se sustentó en una activa participación desde el año 2015 incluyendo haber sido sede del Encuentro de Turismo Social de las Américas en 2019 y el desarrollo de programas como ‘Turismo Social con Integridad de Costa Rica´ y el de ‘Turismo para todas las personas’.
“Creemos que ISTO valoró el esfuerzo de Costa Rica durante casi una década entendiendo, aplicando y evolucionando los conceptos de turismo social en procura de dar posibilidades para que poblaciones con limitaciones económicas y físicas puedan disfrutar del derecho de hacer turismo, así como en la exitosa organización que tuvimos en 2019 del ‘Encuentro de Turismo Social de las Américas’”, explicó López tras la designación llevada a cabo en Londres durante una reunión del Consejo Directivo de la Organización de Turismo Social (ISTO).
El Congreso Mundial de Turismo Social se celebra cada dos años y hasta el momento se realizaron veintiocho ediciones, cinco de ellas en América. Este evento de Costa Rica será el primero que se organice en Centroamérica. La última vez que este congreso se celebró en el continente americano fue en Brasil en 2014.
La ISTO fue fundada en 1963 con presencia en 46 países y cuenta con 179 organizaciones de turismo asociadas. Su labor se enfoca en la accesibilidad, comercio justo, ambiente, solidaridad y calidad de vida.
El turismo es uno de los principales motores de la economía de Costa Rica que, previo a la irrupción de la pandemia de Covid-19, captaba tres millones de visitantes extranjeros por año, cifra que adquiere mayor relevancia si se considera que tiene cinco millones de habitantes, de los cuales, 400.000 trabajan en la industria de los viajes.
