Uno de los puntos de partida más elegidos es Cusco en Perú, puerta de entrada a Machu Picchu y centro cultural andino donde se combinan historia, gastronomía y caminatas accesibles. Los senderos de los Andes y los mercados locales hacen de la ciudad un clásico para los mochileros.

En Bolivia, el Salar de Uyuni sorprende con paisajes irreales y rutas que conectan con el altiplano y el Lago Titicaca. La facilidad de viajar en transporte local y los alojamientos económicos convierten a este país en un destino clave para quienes buscan naturaleza extrema y cultura popular.

Más al sur, Valparaíso en Chile se destaca por su arte callejero, vida nocturna estudiantil y cercanía a la capital. La ciudad portuaria ofrece un ambiente bohemio y accesible, con hostels y residencias donde los jóvenes encuentran comunidad y creatividad.

En Argentina, la Quebrada de Humahuaca en la provincia de Jujuy atrae por sus pueblos coloridos, peñas folklóricas y caminatas entre montañas multicolores. El norte de nuestro país es internacionalmente reconocido por su hospitalidad, también por la posibilidad de recorrerlo en transporte público, ideal para mochileros que priorizan lo auténtico combinado con el bajo presupuesto.

Colombia también se consolidó como un destino mochilero, con Cartagena y Santa Marta como puertas de entrada al Caribe. Allí conviven playas paradisíacas, parques naturales como Tayrona y la posibilidad de combinar fiesta con naturaleza en un mismo viaje.

Finalmente, Montañita en Ecuador se convirtió en un imán para los jóvenes por sus playas, clases de surf y ambiente festivo. La conexión con rutas hacia Quito y Guayaquil facilita un recorrido amplio por el país.

Los mochileros encuentran en América del Sur un territorio diverso y accesible, donde los viajes se definen más por las experiencias compartidas que por el lujo. Con paisajes imponentes, costos moderados y comunidades jóvenes que reciben a viajeros de todo el mundo, el continente se reafirma como un paraíso para quienes buscan mochilear con absoluta libertad.