En esta suerte de ranking global se impusieron aquellos países donde el turismo no perjudica al medioambiente como sucede en los cuatro destinos sudamericanos de Chile; Brasil; Colombia y Perú que a continuación te detallamos.

Parque Nacional Torres del Paine en Chile

En esta reserva natural se realizan paseos para observar a su fauna habituada a los seres humanos que transitan los senderos de este parque trasandino.

Considerado como el segundo parque más popular de Chile, Torres del Paine es una suerte de capital nacional del trekking gracias a sus caminos que demandan varios días completarlos como sucede con los circuitos W y O.

Además, los expertos lo catalogaron como uno de los parques más recomendados para observar pumas y otros animales salvajes in situ.

Medellín en Colombia

Popularmente conocida como la capital creativa de Colombia, Medellín ingresó a este Top-50 de la revista Time por sus polos gastronómicos, los cafés de moda y la vida nocturna de los barrios El Poblado y Laureles.

La ciudad colombiana también sobresale por su arte urbano con murales multicoloridos más los espectáculos callejeros de la comuna 13 donde cantan y bailan las nuevas generaciones del rap y el break dance.

Como varios poblados colombianos, Medellín se encuentra ubicado en una cadena de cerros a los que pues acceder en teleférico público y así maravillarse con las vistas panorámicas.

Pantanal en Brasil

Esta región rural brasilera alberga al humedal tropical más grande del mundo integrado por un circuito de ríos, pastizales, vida silvestre e islas habitadas por lugareños que comparten el lugar con carpinchos y caipiriñas.

Situado cerca de la frontera con Paraguay, este destino selvático tropical sirve de hogar para guacamayos, tucanes, espátulas, tapires y jaguares.

Dado el clima caluroso, su humedad y terreno, habrá que utilizar ropa lo más cómoda posible y liviana posible.

Ollantaytambo en Perú

Se trata de un antiguo parador peruano enclavado en el inicio del Camino del Inca. La publicación norteamericana lo catalogó como “un destino en sí mismo” más allá que forma parte del trayecto rumbo a la ciudadela de Machu Picchu, la máxima atracción turística de Perú.

Este sitio ofrece ruinas libres de multitudes y alojamientos sostenibles e inspirados en la modalidad glamping (camping de lujo) y restaurantes gourmet con platos andinos.