A través de un evento de gala celebrado en la jamaiquina isla de Santa Lucía, con la participación de referentes; empresas y profesionales del turismo del Caribe y toda América, la Argentina volvió a ser elegida por tercera vez como el destino líder en avistamiento de ballenas tras ganar esta estatuilla en 2018 y 2019.
De esta forma, Argentina interrumpió la racha triunfal de Ecuador que había sido elegido como el destino número uno de las dos últimas temporadas, 2020 y 2021, en materia de avistamiento de ballenas en América del Sur.
La apertura formal de la temporada de avistaje de ballenas generalmente se realiza sobre mediados de junio predominando los ejemplares de la especie eubalaena australis o franca austral que llegan a la región en esta época del año para cumplir el ciclo vital de reproducción y cuidado de los ballenatos.
Esto configura un espectáculo único que se repite todos los años con una población que ronda los 2.000 mamíferos cuando se producen los nacimientos.
Desde hace una década se observa la presencia de ejemplares hacia el norte y el sur de Península Valdés, abarcando gran parte de la costa atlántica chubutense sobre el extremo noreste de esta provincia, desde Playa Unión, a la altura de la desembocadura del río Chubut, hasta el golfo de San Matías, en el sudeste de la vecina provincia de Río Negro.
Investigaciones recientes comprobaron que las ballenas vuelven al mismo sitio porque tienen lo que en zoología se denomina filopatria consistiendo en permanecer en el mismo territorio en que nacieron o regresar ahí para reproducirse.
Declarado como Patrimonio Mundial de la Humanidad, la chubutense Península Valdés acoge una de las mayores poblaciones de cetáceos del mundo, englobando más de 2.500 ejemplares. La ballena franca austral es la más destacada y puede llegar a medir quince metros de largo y pesar unas cuarenta toneladas.