Ubicada en el sureste peruano, Machu Picchu actualmente registra una altísima demanda de boletos de entrada a la ciudadela generando un colapso en el sistema de agencias de viaje porque existe un límite máximo permitido de 4.044 visitantes diarios.

Bajo el lema de Es nuestro patrimonio, ¡cuidémoslo siempre!, el ministerio de turismo peruano anunció una publicación en sus redes sociales y un vídeo en el que advierten sobre el peligro de perder este atractivo turístico.

En coordinación con la Unesco, los ministerios de comercio exterior y turismo y del Ambiente, se impulsaron actividades que concientizan e informan sobre las medidas necesarias para cuidar la ciudadela incaica como, entre otros, transitar por caminos autorizados, hacer reservas con antelación y no tocar piedras ni elementos locales autóctonos que integran este Patrimonio de la Humanidad.

“Realmente el desgaste que tiene nuestro patrimonio debe preocuparnos a todos los peruanos pero también a toda la humanidad porque este es el legado que le estamos dejando al mundo y las próximas generaciones”, sostuvo la ministra de cultura de Perú, Betssy Chávez, quien aseguró que ya se sufre un deterioro visible.

La ministra peruana consideró que se necesita “trabajar de manera transversal para asegurar la protección del patrimonio porque es la fuente del turismo pero haciéndolo de forma sustentable y responsable”.

Esta situación incluyó una serie de protestas callejeras en la localidad aledaña de Aguas Calientes, desde donde se accede a Machu Picchu, sumado a un debate público sobre el aforo en el lugar porque la Unesco recomendó ajustarse a un límite máximo de visitantes diarios que no es compartido por los trabajadores de la zona.

Los expertos de la Organización Mundial de Turismo (OMT) consideraron que Perú es el segundo país sudamericano que más lejos se encuentra de recuperar los niveles de turistas extranjeros que tenía antes de la pandemia. 

A fines de mayo pasado, el gobierno de Perú anunció que lanzará su programa Turismo Emprende Edición 2022 distribuyendo 4.23.064 soles no reembolsables, el equivalente a 1.228.021 dólares estadounidenses, para que el sector privado instrumente acciones que impulsen la industria de los viajes a nivel nacional tras las pérdidas sufridas por la pandemia de Covid-19.